Conectarse
Últimos temas
Link here
Link here
¿Quién está en línea?
En total hay 2 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 2 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 40 durante el Mar Abr 03, 2012 11:53 am
Nuestra casa... Nuestros juegos {Privado Nicole} {+18}
Invitado
Había cumplido su parte. Había ido a buscar a aquella fémina a aquél espantoso lugar que era denominado Mercado Negro, un lugar como los pocos había visto. Su mirada se mantuvo puesto en aquella pelirroja que se mantenía andando a su lado, de la cual había tomado por la cintura y había apegado contra su cuerpo. Su derecha se había apoyado directamente sobre la piel de aquella muchacha cuya figura esbelta provocaba la mirada de todo aquél hombre que pasaba a su lado mas la presencia del vampiro era más que suficiente para mantener a raya a aquellos seres y convertir las supuestas acciones en simples pensamientos y miradas llenas de lujuria y odio, las primeras para la joven y las segundas para quien caminaba a su lado, protegiéndola, haciendo que se marcara que él era su dueño y el único que podría siquiera tocarle un solo pelo, porque quien se atreviera a esto solo conseguiría inmediata muerte. Varios fueron los minutos que transcurrieron sus pasos por aquella calle tan poco transitada, aunque no por ello vacía necesariamente, hasta que el individuo se detuvo, posando su mirada sobre una mansión, una residencia cuya entrada era casi un tercio del ancho. Se podía notar cómo el pasto recién cortado, o eso aparentaba, estaba teñido de un verde bastante delicado. Dibujó una mínima sonrisa sobre aquellos finos labios antes de comenzar a andar, guiándole lentamente para traspasar aquél enorme umbral de rejas, las cuales automáticas, que se abrieron con tan solo notar la presencia del individuo. Le guió por aquél lugar hasta poder alcanzar la puerta de madera, aquella de doble hoja que abrió inmediatamente también – Como verás, Nicole, está todo automatizado para mi acceso, aunque he de modificarlo para que te permita el acceso a ti – comentó con apenas un suave tono de voz, acercando su rostro hasta el de la súcubo y poder así besarle suavemente, apenas apoyando sus labios sobre los ajenos por el simple hecho de provocarla, queriendo eso en realidad para poder juguetear luego con más ganas en la casa… En cualquier parte de ella.
Luego de separarse, apenas transcurriendo algunos segundos mientras el rubio seguía avanzando lentamente, manteniendo la posición contra ella y guiándole por el pasillo de la planta baja – La cocina y el comedor – indicó apenas hubiera ingresado al pasillo, señalando las puertas que había a ambos lados, primeramente la izquierda y segundo la derecha – Luego están, el baño y seguido de éste, dos habitaciones individuales – termina pro comentar una vez hubiera avanzado un poco más, habiendo señalado primeramente una puerta a la derecha y, pocos segundos más tarde, puertas a ambos lados. Detuvo su avance frente a una puerta de doble hoja la cual abrió lentamente para que pudiera verse el interior. Dio un paso hacia delante dejando que la mano derecha se moviera delicadamente por la espalda de la fémina, acariciando las lumbares de ésta para luego tomar su mano, jalándola hacia si tras avanzar. Terminó entrando en la habitación seguido de la chica, meciendo el rostro de forma más que mínima para mover apenas sus cabellos – Aquí está nuestra habitación – se aventuró a murmurar, aunque era más que obvio que la habitación sería para ambos, tanto él como ella, dormirían en la misma cama todas las noches por el resto de sus vidas. Sus orbes comenzaron a recorrer lentamente el aposento buscando que todo estuviere como correspondiese y pudo notar que así era. La cama de dos cuerpos con un protector de color claro era lo que más se podía apreciar a causa de sus increíbles proporciones, por otro lado, y viendo más hacia la derecha, el armario donde sus prendas y las de su futura acompañante se podían ubicar, y un poco más hacia delante, la ventana de su habitación, la cual tenía un pequeño balcón que, ubicado a casi un metro del suelo, cuyas cortinas hacían juego con el protector de la cama – ¿Te agrada nuestra habitación, Nicole? – murmura lentamente, posando su vista sobre la de la chica ahora, para luego acercarse un tanto y besar su cuello de forma lenta – ¿Quieres conocer el resto de la habitación o… Prefieres comer algo? – pregunta con suavidad, apenas articulando sus labiales.
Luego de separarse, apenas transcurriendo algunos segundos mientras el rubio seguía avanzando lentamente, manteniendo la posición contra ella y guiándole por el pasillo de la planta baja – La cocina y el comedor – indicó apenas hubiera ingresado al pasillo, señalando las puertas que había a ambos lados, primeramente la izquierda y segundo la derecha – Luego están, el baño y seguido de éste, dos habitaciones individuales – termina pro comentar una vez hubiera avanzado un poco más, habiendo señalado primeramente una puerta a la derecha y, pocos segundos más tarde, puertas a ambos lados. Detuvo su avance frente a una puerta de doble hoja la cual abrió lentamente para que pudiera verse el interior. Dio un paso hacia delante dejando que la mano derecha se moviera delicadamente por la espalda de la fémina, acariciando las lumbares de ésta para luego tomar su mano, jalándola hacia si tras avanzar. Terminó entrando en la habitación seguido de la chica, meciendo el rostro de forma más que mínima para mover apenas sus cabellos – Aquí está nuestra habitación – se aventuró a murmurar, aunque era más que obvio que la habitación sería para ambos, tanto él como ella, dormirían en la misma cama todas las noches por el resto de sus vidas. Sus orbes comenzaron a recorrer lentamente el aposento buscando que todo estuviere como correspondiese y pudo notar que así era. La cama de dos cuerpos con un protector de color claro era lo que más se podía apreciar a causa de sus increíbles proporciones, por otro lado, y viendo más hacia la derecha, el armario donde sus prendas y las de su futura acompañante se podían ubicar, y un poco más hacia delante, la ventana de su habitación, la cual tenía un pequeño balcón que, ubicado a casi un metro del suelo, cuyas cortinas hacían juego con el protector de la cama – ¿Te agrada nuestra habitación, Nicole? – murmura lentamente, posando su vista sobre la de la chica ahora, para luego acercarse un tanto y besar su cuello de forma lenta – ¿Quieres conocer el resto de la habitación o… Prefieres comer algo? – pregunta con suavidad, apenas articulando sus labiales.
Invitado
El hecho de que finalmente se hubieran ido de aquel lugar provoco alivio en la sucubo. No habia estado por mucho tiempo encerrada en ese sitio, pero aun asi, no le habia gustado para nada el trato que le dieron. Despues de que los sujetos supieron que alguien vino a comprarla, la habian tratado con mas respeto. Talvez solamente deseaban hacer su trabajo y no meterse sentimentalmente con las mascotas que en pocas palabras solamente eran “objetos” que se vendian por dinero. Ella como sucubo sabia bien que no era una simple mujer con la cual podian hacer lo que querian. Una sucubo de su clase no se merecia tal trato, pero ahora que se encontraba caminando al lado del vampiro poco le importo los ultimos dias en aquella prision.
Las miradas de odio de las personas eran bastante notorias, tanto que la sucubo en parte no pudo evitar sonreir levemente engreida por como la gente se podia comportar cuando no obtenian lo que querian. Eran como niños, talvez hasta peor que niños. Habia sentido el firme agarre del rubio y ella disfrutando este solamente apego su cuerpo mas al ajeno. No le molestaba para nada que el vampiro la tocara, para que deberia de incomodarle si realmente le estaba gustando? Despues de una caminata algo corta para lo sentidos de ella, llegaron a una gran mansion.
Cruzaron varias puertas las cuales automaticamente se abrieron. Un sitio bastante moderno y seguro, talvez hasta tan seguro para sobrevivir una apocalypse zombie, penso la chica entretenida sin tomar muy en serio aquel pensamiento. Despues de una corta explicacion del vampiro, recivio casi como si de una recompensa se tratara, un beso. Pero muy leve la verdad, cosa que sorprendio a la sucubo, pero a pocos segundos ya habia entendido la indirecta y el mensaje oculto que le estaban dando. Ella sin dudarlo correspondio el beso y despues simplemente murmuro bajo.
-Chikage, realmente deseas jugar conmigo? Sabes que no me gusta que me pongan limites...-
Le dijo casi en un tono provocativo pero peligroso, teniendo ella tambien sus intensiones detras de tales palabras. La pequeña guia continuo y ella se mantuvo lo mejor posible a “raya”. No le habia dado ni una indirecta mas al vampiro, pero simplemente por que ella ya tenia planeado lo que iva a hacer con el. Pacientemente caminaba al lado del rubio dejandose explicar la gran casa de forma detallada pero a la vez simple y despues de que le hubieran enseñado algunas puertas, la chica vio como la siguiente parada era la habitacion de ambos.
Un leve sonrojo cubrio las mejillas de la sucubo aunque despues de ver lo encantadoramente que se encontraba arreglada aquella habitacion, desaparecio la pena. Era normal que los dos durmieran en la misma cama, aunque, no estaban casados. Unos pensamientos raros pasaron por la cabeza de la chica, pero al final termino tranquilisandose. Disfruto las caricias que recivio y ante los ultimos besos en su cuello simplemente sonrio.
-Creo que deberias mostrarme mejor como..funciona la cama..-
Aclaro llevando sus manos ahora al yukata ajeno, apretando este con sus manos de manera firme. Le dedico una simple sonrisa algo dominante y a la vez entretenida por la situacion. Al final decidio darle al vampiro un delicado beso en los labios y apegando sus grandes senos al pecho ajeno agrego a sus ultimas palabras.
-Vamos Chikage...Tu no quieres comer...o mejor dicho, no quieres comer otra cosa que no sea yo...-
Menciono de una manera bastante atrevida y directa. No temia decir la verdad, por lo cual no le importo mucho tener ese tipo de confianza con el. No se avergonzaria por estar de forma intima con la persona que amaba. No habia nada malo en ello, asi que, simplemente disfrutaria la situacion lo mejor que podia.
Las miradas de odio de las personas eran bastante notorias, tanto que la sucubo en parte no pudo evitar sonreir levemente engreida por como la gente se podia comportar cuando no obtenian lo que querian. Eran como niños, talvez hasta peor que niños. Habia sentido el firme agarre del rubio y ella disfrutando este solamente apego su cuerpo mas al ajeno. No le molestaba para nada que el vampiro la tocara, para que deberia de incomodarle si realmente le estaba gustando? Despues de una caminata algo corta para lo sentidos de ella, llegaron a una gran mansion.
Cruzaron varias puertas las cuales automaticamente se abrieron. Un sitio bastante moderno y seguro, talvez hasta tan seguro para sobrevivir una apocalypse zombie, penso la chica entretenida sin tomar muy en serio aquel pensamiento. Despues de una corta explicacion del vampiro, recivio casi como si de una recompensa se tratara, un beso. Pero muy leve la verdad, cosa que sorprendio a la sucubo, pero a pocos segundos ya habia entendido la indirecta y el mensaje oculto que le estaban dando. Ella sin dudarlo correspondio el beso y despues simplemente murmuro bajo.
-Chikage, realmente deseas jugar conmigo? Sabes que no me gusta que me pongan limites...-
Le dijo casi en un tono provocativo pero peligroso, teniendo ella tambien sus intensiones detras de tales palabras. La pequeña guia continuo y ella se mantuvo lo mejor posible a “raya”. No le habia dado ni una indirecta mas al vampiro, pero simplemente por que ella ya tenia planeado lo que iva a hacer con el. Pacientemente caminaba al lado del rubio dejandose explicar la gran casa de forma detallada pero a la vez simple y despues de que le hubieran enseñado algunas puertas, la chica vio como la siguiente parada era la habitacion de ambos.
Un leve sonrojo cubrio las mejillas de la sucubo aunque despues de ver lo encantadoramente que se encontraba arreglada aquella habitacion, desaparecio la pena. Era normal que los dos durmieran en la misma cama, aunque, no estaban casados. Unos pensamientos raros pasaron por la cabeza de la chica, pero al final termino tranquilisandose. Disfruto las caricias que recivio y ante los ultimos besos en su cuello simplemente sonrio.
-Creo que deberias mostrarme mejor como..funciona la cama..-
Aclaro llevando sus manos ahora al yukata ajeno, apretando este con sus manos de manera firme. Le dedico una simple sonrisa algo dominante y a la vez entretenida por la situacion. Al final decidio darle al vampiro un delicado beso en los labios y apegando sus grandes senos al pecho ajeno agrego a sus ultimas palabras.
-Vamos Chikage...Tu no quieres comer...o mejor dicho, no quieres comer otra cosa que no sea yo...-
Menciono de una manera bastante atrevida y directa. No temia decir la verdad, por lo cual no le importo mucho tener ese tipo de confianza con el. No se avergonzaria por estar de forma intima con la persona que amaba. No habia nada malo en ello, asi que, simplemente disfrutaria la situacion lo mejor que podia.
Invitado
Sus finos labiales se entre abrieron ante aquellas palabras emitidas por la chica mientras asentía lenta mente ¿Jugar? Si, quería “jugar” con ella un poco pero no de otra forma que no fuera algo intenso. Quería divertirse, estaba claro. Quería hacer que la chica gritara su nombre y que sintiese que era el único capaz para satisfacerla de aquella forma en la que tanto le gustaba. Sus manos se movieron lentamente hasta ubicarse en la cadera de la fémina y terminaran moviéndose lentamente hasta la zona de sus glúteos, aquellos que tan bien formados se encontraban – Me gustaría mucho jugar contigo, Nicole… – terminó susurrando con sus finos labios entre abiertos mientras movía éstos hasta los ajenos a fin de corresponder aquél intenso beso que era brindado por parte de la muchacha. Meció su rostro unos centímetros hacia la derecha para dejar que su lengua se acercase poco a poco hasta los suaves y carnosos labiales de su pelirroja dejando a la punta de ésta acariciarlos antes de separarse y poder observarle con aquellos orbes enrojecidos que buscaban más y más de aquella delicada situación. Dejó que sus orbes ahora se entre cerraran un poco mientras volvía a reiterar aquella acción entre sus labios y brindaba con suavidad un delicado mordisco en el inferior de la ajena antes de susurrar de forma suave como si ronroneara tranquilamente – Tu único límite soy yo, Nicole – y luego de aquello comenzó a andar lentamente, avanzando paso a paso hacia delante haciendo que la muchacha retrocediera con elegancia mientras eran las falanges de sus dedos las cuales comenzaran a moverse muy lento buscando dar suaves caricias en esas tan bien formadas nalgas que ahora eran de su propiedad. Siguió su recorrido y terminó haciendo que las piernas de la chica chocaran sutilmente contra la cama de aquella enorme habitación que ahora sería la cuna de sus más profundos deseos carnales para hacer que su mano derecha terminara subiendo lentamente, deslizándose por la espalda de la muchacha hasta alcanzar su nuca y entrelazarse allí con sus carmesíes cabellos.
Sus labios besaban los ajenos de forma apasionada separándose apenas unos mínimos segundos necesarios para respirar y permitirle a ella lo mismo antes de volver a su atención que continuó una y otra y otra vez hasta que decidió separar un poco sus labios dejando que un fìno hilo de saliva los uniera el cual fue lentamente lamido por su lengua, aquella misma que luego se atrevió de forma pícara a pasarse lentamente por sobre los labios de la muchacha – Tiene muchas funciones pero… Hay una que me gustaría compartir contigo – se atrevió a susurrar tranquilamente mientras movía su mano izquierda por la espalda de la chica ahora aprovechando que ascendía a través de ésta para hacer subir al mismo tiempo la prenda que la chica llevaba en la parte superior la cual, con algo de fuerza, subió hasta colocarse por encima de sus grandes pechos, esos mismos que se ubicaban cubiertos de un hermoso brassier detallado y con una muy cómoda estética. Aprovechó ahora que ya no poseía prenda superior que le protegiese la parte de su espalda para comenzar a descender sus manos a través de ésta hasta la zona lumbar lugar donde decidió detenerse para permitir el movimiento a su cadera – Comerte… Si… Es lo que quiero… – sus finos labios se movieron lentamente hasta su cuello para comenzar a depositar en éste lentos y tranquilos besos que eran intercalados por suaves caricias que la punta de su lengua se atrevía a brindarle. Su respiración comenzó a tornarse lenta, serena, apenas consiguiendo que su aliento golpease la suavidad de aquél hermoso cuello que era poseído por la pelirroja. Comenzó a apegar su cuerpo al de ella más y más hasta que la distancia entre los pechos quedaron completamente aplastados contra sus pectorales pero aumentando la presión ejercida a medida que le obligaba a retroceder, a inclinarse poco a poco sobre aquella cama hasta conseguir que fuera su trasero lo primero que se apoyara y terminara siendo su espalda la cual descansara sobre aquella mientras él de forma lenta se acomodaba con sus rodillas ubicadas entre las piernas separadas de la chica y sus manos se movían hasta los lados de su cintura dejando que sus labios regresaran a los ajenos comenzando a besarlos una vez más con suma pasión.
Sus labios besaban los ajenos de forma apasionada separándose apenas unos mínimos segundos necesarios para respirar y permitirle a ella lo mismo antes de volver a su atención que continuó una y otra y otra vez hasta que decidió separar un poco sus labios dejando que un fìno hilo de saliva los uniera el cual fue lentamente lamido por su lengua, aquella misma que luego se atrevió de forma pícara a pasarse lentamente por sobre los labios de la muchacha – Tiene muchas funciones pero… Hay una que me gustaría compartir contigo – se atrevió a susurrar tranquilamente mientras movía su mano izquierda por la espalda de la chica ahora aprovechando que ascendía a través de ésta para hacer subir al mismo tiempo la prenda que la chica llevaba en la parte superior la cual, con algo de fuerza, subió hasta colocarse por encima de sus grandes pechos, esos mismos que se ubicaban cubiertos de un hermoso brassier detallado y con una muy cómoda estética. Aprovechó ahora que ya no poseía prenda superior que le protegiese la parte de su espalda para comenzar a descender sus manos a través de ésta hasta la zona lumbar lugar donde decidió detenerse para permitir el movimiento a su cadera – Comerte… Si… Es lo que quiero… – sus finos labios se movieron lentamente hasta su cuello para comenzar a depositar en éste lentos y tranquilos besos que eran intercalados por suaves caricias que la punta de su lengua se atrevía a brindarle. Su respiración comenzó a tornarse lenta, serena, apenas consiguiendo que su aliento golpease la suavidad de aquél hermoso cuello que era poseído por la pelirroja. Comenzó a apegar su cuerpo al de ella más y más hasta que la distancia entre los pechos quedaron completamente aplastados contra sus pectorales pero aumentando la presión ejercida a medida que le obligaba a retroceder, a inclinarse poco a poco sobre aquella cama hasta conseguir que fuera su trasero lo primero que se apoyara y terminara siendo su espalda la cual descansara sobre aquella mientras él de forma lenta se acomodaba con sus rodillas ubicadas entre las piernas separadas de la chica y sus manos se movían hasta los lados de su cintura dejando que sus labios regresaran a los ajenos comenzando a besarlos una vez más con suma pasión.
Miér Feb 12, 2014 7:17 am por Akemi Kido
» ♦ R E G L A S
Dom Feb 02, 2014 5:19 pm por Dominick Krzysztof Pieczy
» Eliminación de cuenta
Sáb Feb 01, 2014 10:37 am por Invitado
» No te enfades....te lo explicaré [Priv.Steve Rogers]
Vie Ene 31, 2014 1:11 am por Steve Rogers
» Que seas bienvenido[+18](Priv.Houndoom)
Lun Ene 27, 2014 11:27 pm por Lynne
» Vivirás una pesadilla
Jue Ene 16, 2014 7:11 am por Jeff
» Se buscan policias!
Miér Ene 01, 2014 2:55 pm por Arashi
» Como obtener residencia.
Vie Dic 06, 2013 4:00 am por Ichinose Tokiya
» Se buscan detectives!
Mar Nov 05, 2013 3:57 pm por Megane Reitan
» Nuevo hogar. [+18]
Sáb Nov 02, 2013 9:28 am por Odin Laevatin
» Juguemos bromas con la muerte [Priv. Sherlock Holmes]
Jue Oct 31, 2013 12:57 pm por Sherlock Holmes
» No quiero repetirlo. (Privado: Idun)
Sáb Oct 19, 2013 8:21 am por Idun Laevatin
» Volviendo por 3era vez (Priv. Schrodinger)
Mar Oct 15, 2013 6:28 am por Schrodinger
» ¿Quién has dicho que eras? 2.0
Vie Ago 30, 2013 11:19 am por Kirian
» Un afilado encuentro [Priv. Azathoth]
Miér Ago 28, 2013 3:09 pm por Azathoth