¿"Nuestro" nuevo hogar? {Priv. Airi Tsukibane}

Invitado Vie Dic 07, 2012 5:41 am

Continuación de éste tema

Su rostro se meció lentamente ante aquellas palabras mientras hacía que sus cabellos se movieran con suavidad a causa de aquellos movimientos. Entre abrió sus labios mínima mente para emitir lo que parecía ser un delicado suspiro y negó una vez más, ahora intentando quitar de su mente aquellos pensamientos que iban apareciendo de aquél dúo que aún, según sabía, se encontraba en la Sociedad de Almas – Está bien, Airi-sama… – iba a aceptar sus palabras cuando la chica enunció aquello sobre sus orbes y consiguió que su persona tuviera un nuevo rubor invadiendo sus mejillas – … Le agradezco que piense esas cosas de mi, Airi-sama. Solo estoy aquí para servir en lo que usted necesite – confirmó lentamente, notando como el rubor iría en descenso puesto el calor de su rostro comenzaba a desaparecer poco a poco. Su mirada se entre cerró lentamente y sus labios apenas se entre abrieron dejando escapar un delicado suspiro nuevamente. Ya en la casa, el shinigami solo dispuso a escuchar las palabras que la fémina enunciaba y asintió con serenidad – Todo lo que usted brinda es bello, Airi-sama – tras volver a confirmar con sus palabras acerca de lo que minutos atrás había comentado simplemente dispuso a continuar asintiendo ante sus palabras. Entendía bien que la chica quería que él no le tratase como su ama pero aquello para un shinigami tan tradicional y respetuoso como lo era Toshiro, era algo más que dificultoso y fue por ende que simplemente bajó un tanto la mirada – Lamento que mi forma sea inapropiada, Airi-sama, pero le respeto por lo que ha hecho conmigo y por cómo se ha portado – termina por murmurar suavemente. Su mirada se volvió a desviar apenas para dejarse pasar libre mente por toda la residencia, observando el inmobiliario del lugar, notando el cuidado que tenía cada mueble de esa habitación, al menos, porque el resto de la casa no la conocía.

Dio un par de pasos hacia delante y pasó lentamente su mano por la suave textura que el sofá presentaba en cuanto sus yemas hacían contacto con él, notando que la calidad de éste era buena. Su mirada, al cabo de varios segundos se volvió a la chica – Airi-sama… ¿Puedo hacerle una pregunta? – murmuró apenas con su suave voz antes de acercarse lentamente hasta ella, dejando entre ambos una distancia aproximada de casi medio metro – ¿Podría decirme pro qué aquellos chicos nos “atacaron” hace un momento? – aquella cuestión estaba rondando sobre su mente hacía varios minutos, específicamente desde que aquella situación se había dado y quería saber al causa, además, la chica misma había dicho que una vez hubieran llegado a la residencia, explicaría con detalle lo ocurrido en aquella calle. Dejó caer sus párpados suavemente, aun manteniendo su vista en la de la pelirrosa y sus manos se movieron lentamente hasta poderse apoyar sobre su cintura, dejando que su rostro se mostrara completamente calmo, algo que era tan común en su persona.

Invitado Vie Dic 07, 2012 9:09 am

No debía de haber dicho aquellas palabras de forma tan precipitada, era lo que ahora se me venia a la mente, no estaba segura de haber hecho lo correcto y creía que Toshiro había malinterpretado lo que había dicho, por eso ante sus palabras primero me quede sorprendida y luego negue con la cabeza de forma algo rapida, cerrando los ojos para luego quedar con la vista fija sobre el. No quería que se disculpara por la forma en que me veía, ni tampoco que se sintiera mal solo el había expresado algo que me gustaría que pasara con el tiempo, pero no por ello quería que se disculpara por que me veía solo como lo que se suponía era su ama, aquella persona que lo había comprado y sacado de aquella tienda, aunque no me gustaba como sonaba era lo que había hecho al fin y al cabo.

- No tienes que disculparte por eso Toshiro....al fin y al cabo es solo eso lo que soy ahora mismo tu ama....si me ves solo asi no tienes que disculparte,mejor olvida lo que dije....no tiene importancia...-termine diciendo para no preocuparlo o hacerlo sentir mal, le sonrie y luego me atrevi a acecarme a el y tomar su mano para hacer que entrara en la casa.

Nada más entrar se podía ver la entradita que tenia la casa, donde al lado había un mueble para guardar los zapatos y estaba decorado con un cuadro de lo que parecía ser una familia ademas de tener una cajita a su lado, un lugar donde poner las llaves, deje el bolso sobre el mueble, me quite los zapatos y luego les puse una zapatillas que saque del armario a Toshiro para que estuviera más comodo.

- Adelante pasa Toshiro, asi podras conocer tu nuevo hogar -comente sonriendo mientras caminaba hacia delante esperando a que me siguiera para ir hasta el salon que era lo primero que se veia, la cocina era la puerta que estaba justo al lado y al fondo habia otra puerta que era la del la habitación de invitados.

Me quede en frente de el viendo como entraba al salón mientras le sonreia esperando a que viera toda la instancia y luego me djiera cual era su opinión, queria que se sintiera lo más comodo posible en aquel lugar, un hogar que compartiria a partir de ahora conmigo. Vi comos e acerco hasta el sofa pasando la mano por encima de el, como queriendo notar la textura que tenia la tela de aquel sofa, no decía nada tan solo observaba todo lo que Toshiro hacía, queriendo intentar ver por su rostro si aquello le agradaba o por el contrario le desagradaba.

- Claro dime Toshiro...¿que es lo que quieres saber? - ladee un poco la cabeza mientras seguia mirandolo, esperando a que me preguntara aquello que quería saber.

Me quede bastante sorprendida en un principio por la pregunta, y entonces me quede algo pensativa, suponía que lo mejor que podía hacer era demostrarle tambien con imagines cual era la razón de que aquellos chicos nos hubieran rodeado sin decir nada y en poco tiempo. En un primer momento no respondi, tan solo me acerque a una mesita que había junto a los sofales y que tenia encima un telefono, pero en la parte de abajo tenia libros y revistas. Tuve que buscar la revista que estaba buscando y cuando la encontre me acerque a Toshiro con ella en mano y me sente a su lado dejando esta sobre mis piernas.

- Bueno el motivo de eso esta aqui en esta revista....veras Toshiro, yo no solo soy estudiante tambien...trabajo como modelo para unas cuantas revistas de ropa para cada estación...-comence a comentarle mientras tenia la revista sobre las piernas, y me comenzaba a sonrojar un por por aquello, hasta que al final abri la resvista por una de las paginas y en ella salia yo junto a otras dos chicas.

Yo estaba vestida con una jersey en blanco de cuello alto y mangas largas, debajo una pantalones vaqueros cortos que debajo llevaban una leguis a rayas y para tenerminar una deportivas altas, acompañado por un bolso a juego con las deportivas altas y un sombre de igual color. Aun quedaba detalles que explicar pero despues de haber aquella imagen tal vez lo entenderia mejor.

Invitado Dom Dic 09, 2012 3:50 am

– Airi-sama…. – su mirada se mantenía tranquila, dispuesta a cualquier petición que su ama realizara mientras que sus labiales se entre abrían mínimamente – … No diga esas palabras, Airi-sama, sus palabras siempre poseerán importancia para mi y si es algo que puedo cambiar, prometo buscar la forma para hacerlo y darle la felicidad que usted merece – terminó murmurando lentamente y desviando un poco la vista. Si bien había entendido con claridad su petición fue el hecho de decir aquellas palabras lo que lo hizo avergonzarse aún más. ¿Cómo se había atrevido a murmurar aquello? ¿De dónde había sacado tanto valor para ello? No sabía cómo pero fueron las palabras del momento las que aparecieron, esas palabras que como único fin tenían el satisfacer a su ama y brindarle una sonrisa de alegría por lo que había hecho para con él. Terminó acercándose hasta ella y mantuvo aquella distancia por unos minutos, los cuales transcurrieron lento y fueron aprovechados por el shinigami para mover lentamente su mano derecha y apoyarla sobre aquella suave y sedosa cabellera – Es una promesa – terminó sentenciando serenamente con sus labiales apenas curvados, mostrándole una suave sonrisa en éstos y haciendo que sus ojos, como consecuencia, se entre cerraran un tanto, dejando caer sus párpados suavemente. Su mirada se volvió lentamente hasta el salón, recorriéndolo con lentitud y suspirando apenas. Terminó por desviarse y observar las puertas linderas, acercándose a una y percatándose de que ésta se trataba de la cocina mas la otra, segundos más tardes, descubrió que se trataba de una habitación, la cual supuso, pertenecería a él – Su casa es hermosa, Airi-sama – murmuró apenas articulando sus labios antes de girarse y volver, lentamente, a ubicarse a su lado, dejando que su mirar se perdiera en la extensión del salón pero luego se encontrara con la mirada de la peli rosa.

Su mirada se mantuvo en la chica, dejando que ésta continuara su camino mientras asentía con lentitud, percatándose de que debajo de aquella mesilla ubicada a un lado del sofá estaban guardadas varias revistas y, lo que parecían, también libros. Segundos más transcurrieron entre el acercamiento de la chica y la respuesta a su pregunta pero una vez lo hubiera hecho el shinigami simplemente asintió con serenidad – Comprendo bien a lo que se refiere Airi-sama… – antes determinar de hablar su vista se volvió a la revista de la chica y observando detenidamente el físico que la joven poseía con aquellas ropas que, entre tanto, algunas eran ajustadas y otras más holgadas. El rubor de sus mejillas apareció nuevamente y su mirada se volvió hasta la de ella, perdiéndose completamente y dejando que la temperatura de sus mejillas descendiera – … Hermosa… – alcanzó a murmurar con lentitud mientras volvía a alzar una de sus manos y la apoyaba sobre sus cabellos con suavidad, revolviendo éstos muy lentamente a fin de no despeinarle, sino que simplemente le tomase como una caricia – Ahora entiendo porqué esos jóvenes se mostraban celosos de mi persona – respondió con tranquilidad mientras su mano libre se volvía hasta la revista y la tomaba, dejando que las yemas de ésta mano comenzara a pasarse lentamente por la delicada figura que había impresa en el papel – Cuidaré de su persona y le serviré siempre, en todo lo que me pida, Airi-sama – murmuró suavemente mientras movía su derecha hasta la parte trasera de su cabeza y, aún manteniendo sus caricias, suspiró apenas – Usted se ha convertido en mi única preocupación… Airi-hime – aquello fue nuevo, aquella palabra que susurró en la cercanía de su oído simplemente para que ella escuchara con suavidad lo importante que se había convertido en la vida del shinigami. Sus labios volvieron a perder aquella línea horizontal y lentamente se curvaron un tanto más a fin de esperar su reacción y su respuesta.

Invitado Miér Dic 12, 2012 8:57 am

Era muy amable conmigo diciendome aquellas palabras, sonrei un poco con la mirada baja, en parte ahora me sentia como si lo estuviera obligando a algo y eso no era lo que quería. Sería mejor dejar el tema por ahora y no volver a sacarlo en mucho tiempo, no quería que el se sintira obligado a nada, aunque sabía que aquellas palabras se debían a que me tenía agradecimiento por haberlo sacado de aquel lugar, y que ahora me veía como su ama. Di un ligero suspiro y no tarde en sentir como la mano de Toshiro acababa sobre mi cabeza, levante un poco la vista para mirarlo y le sonrie algo sonrojada, era mejor no preocuparse por eso en aquel momento, ahora debía de hacer que el se sintira a gusto y que hacerlo lo mas feliz que pudiera a partir de ahora.

- Esta bien Toshiro...-mencione apenas como un susurro aun mirandolo con una sonrisa, confiaba en la promesa que me estaba haciendo y confiaba en el, me había demostrado que podía hacerlo.

Ya dentro de la casa y sentados en el sofa había comenza a responder a la pregunta que Toshiro me había hecho sobre por que aquellos hombres nos habian rodeado, solo le había comentado de que trabajaba y le había ensañado una revista donde salia posando un diseño, iba a continuar respondiendo a su pregunta, pero me percate de que su mirada se había quedado mirando la foto de la revista en donde salia y no tarde en escuchar unas palabras que me hicieron sonrojar más de lo que ya estaba. Baje un poco la mirada manteniendo la revista sobre mis piernas, sintiendo de nuevo la mano del chico sobre mi cabeza, notando una leve caricia, como si intentara despeinarme.

Me había dejado completamente en silencio con aquello, lo ultimo que hubiera esperado es que dijiera aquello al ver la imagen de la revista en la que aparecia aunque....bien podía estar refiriendose tambien a las otras dos chicas que salian, si era más posible que fuera aquello que se estuviera refiriendo a mi. Pero aquella supocisión mia no tardo mucho en alejarse, cuando escuche su siguiente comentario.

-¿Celosos?....no creo que estuvieran celosos por nada Toshiro....-comente algo nerviosa mientras lo miraba sonriendo un poco aun sonrojada, viendo como sus dedos pasaban por encima de mi figura como si estuviera acariciandola en el papel, no pude evitarlo y acabe sonrojandome mas- No digas que me serviras Toshiro, no me gusta mucho como suena eso...mejor di que me ayudaras...- le sonrie de nuevo aun sonrojada notando como su mano bajaba por mi cabeza hasta detras.

No entendia que era lo que quería hacer o decir pero me empezaba a sentir algo más nerviosa, mejor pensaba en otro caso tenía que seguir contandole un poco más a Toshiro y ademas aun quedaba que enseñarle tambien el resto de la casa y ver cual iba a ser su habitación tenía que instalarse para que estuviera comodo. Aunque todo aquello se alejo por completo de mi mente en el instante en que escuche como me había llamado Toshiro.

Mi mente se quedo por completo en blanco en aquellos momentos, mis mejillas se pusieron por completo rojas, no conseguia reaccionar, en mi mente solo se repetian una y otra vez aquellas palabras Airi-hime. Tarde un rato en reaccionar, cuando lo hice me puse de pie de golpe, completamente roja ¿por que me había llamado de esa forma? era la primera vez que lo hacia en todo el dia...me gire un poco para velro de reojo, aunque aun sin decir nada.

Invitado Miér Dic 12, 2012 10:55 pm

El shinigami se mantenía allí, sentado, mirando cómo el rubor le ganaba a la chica, cómo era que aquellas simples palabras conseguían que la fémina se tornara completamente ruborizada, algo que, sin duda, para Toshiro, era algo que le hacía ver realmente hermosa. Se incorporó al tiempo que ella y mantuvo firme su mirada turquesa sobre el cuerpo ajeno, específicamente sobre su hombro – Airi-sama… – murmuró apenas con un suave articula miento de sus labios mientras daba, de forma lenta, un par de pasos hacia delante. No era su intención molestarla mas la reacción de la chica había sido, en parte, algo que le había preocupado seriamente y fue, por ende, que su mano derecha se apoyó sobre la espalda de la fémina – … ¿Se ha molestado, Airi-sama? – cuestionó con delicadeza, con un suave murmullo que poco se acercaba a su voz – Genial… – el obvio sarcasmo que su propia mente emitió hizo que su mirada se desviara unos centímetros hacia un lado, aún dejando que su mano se mantuviera apoyara sobre aquella delicada espalda, ahora comenzando a ascender y descender de forma lenta, acariciándole con suavidad apenas usando las yemas de sus dedos, unos dedos delicados que simplemente buscaban confortar a la chica.

Algunos segundos pasaron en aquella posición mas el chico se mantenía completamente inmóvil. No quería molestarla, no, jamás lo hubiera querido y mucho menos en esos momentos pero no podía evitar realizar aquella acción con sus yemas que simplemente le agradaba. Fue en ese momento que su mano izquierda se movió lentamente hasta apoyarse sobre la barbilla de la chica, dejando que el lateral del índice se apoyara en ésta y fuera la yema del pulgar la cual, con cuidado y suavidad, se terminara apoyando unos milímetros por debajo del labio inferior de la chica para obligar a que su mirada se chocara con la propia y sus labios se acercaran hasta su frente, besándole con cuidado – Airi-sama… No quise molestarla pero viendo las fotos… – sus labios apenas se habían separado de aquella piel tan delicada, tan bella, tan… Única a fin de cuentas, una piel que solo podía poseer ella – … No puedo evitar decírselo y usted me parece muy hermosa – volvió a repetir aquello, importándole poco y nada lo que dijera para contrarrestar aquello porque a fin de cuentas era su pensamiento el cual la veía de aquella forma. Lentamente fue bajando su mirada, pasando de sus suaves hebras hasta su frente y finalmente sus ojos, lugar donde se mantuvieron varios segundos, disfrutando de aquellas facciones que tanto a él le agradaban.

Su derecha aún se mantenía con sus acciones aunque lentamente comenzó a detenerlas. No sabía si le agradaban o desagradaban, pero no pudo evitar, en aquél momento, actuar de aquella forma. La apreciaba, de eso no había duda y se había ganado al peli plata tan solo con haberlo retirado de aquél lugar, aunque esto es algo que a Toshiro simplemente le bastó para jurarle lealtad a la chica que aún parecía desconcertada en eso, aunque claro, siendo Toshiro un shinigami de élite cómo lo era, aquello podría parecer nada mas era por eso mismo, por ser de élite, que no toleraba estar encerrado de aquella forma tan... Vulgar porque, en esencia, estar encerrado todo el día en un lugar que carecía de cuidados y tratos hacía que un joven como aquél se mostrara desesperado por salir y lo hubiera hecho, de una u otra forma, mas fue la chica la que lo sacó y esa fue la causante de su actuar – ¿Me podría mostrar la casa, Airi-sama? Si no es mucha molestia, claro – viendo la cierta incomodidad del ambiente y moviendo lentamente la mano derecha pro su espalda hasta dejar que sus yemas rozaran su cintura, fue su mano la que se encontró con la de la chica para apoyarse completamente, palma con palma, y dejar que sus dedos buscaran unirse a los ajenos, entrelazándose suave y lentamente.

Invitado Vie Dic 14, 2012 10:30 am

Mi mente se había quedado por completo en blanco y mi cuerpo había reaccionado por si sola ante la forma en que Toshiro me había llamado, era la primera vez que me llamaba de aquella forma y al ser tan inesperado, había logrado que mis mejillas se sonrojaran mucho, sabía que estaba completamente roja y para evitar que me viera así, mi cuerpo había decidido levantarse de golpe sin avisar. Aun podía notar el calor que invadia mis mejillas por aquel sonrojo que tenía, me había quedado por completo en silencio sin saber que decir o hacer, ahora mismo me encontraba perdida. No fue hasta que escuche la voz de Toshiro nombrandome que consegui reaccionar un poco, pero fue el contacto de su mano con mi espalda la que me hizo despertar completamente.

- N-no es eso Toshiro...no me a molestado que me hayas llamadado asi, es solo que....me ha tomado desprevenida y me da verguenza que me veas tan sonrojada..-apenas fui capaz de susurrar aquellas palabras aun sin atreverme a mirarlo, esperando que pudiera tranquilizarme y mi sonrojo descendiera.

Pero quien estaba logrando tranquilizarme eran las suaves caricias que Toshiro me estaba dando en la espalda, podía notar como su mano subia y bajaba por ella suavemente dejandome una caricias muy agradables para mi.Sonrei un poco y entrecerre los ojos dejandome llevar la sensación que recorrio mi cuerpo ante sus caricias, eran muy agradables y relajantes, me hacían sentir bien y empezaban a hacer que mi sonrojo descendiera, aunque no desaparecio por completo.

- Son muy agradables Toshiro....- pronuncio justo para notar como su mano iba hasta mi menton, sujetando este con suavidad y hacerme girar un poco el rostro, hasta notar como las labios del chico se posaban sobre mi frente.

Mis ojos quedaron muy abiertos sorprendida nuevamente por aquel gesto, aquel beso que me habia dado.....no sabía como explicar la sensación que me recorrio, me había pillado completamente desprevenida, pero aun asi me resultaba agradable que hiciera aquellas cosas. Su mirada bajo hasta la mia y ambas choracon haciendo que nos miraramos fijamente a los ojos, manteniendo aquel sonrojo que se había apoderado de mi anteriormente, pero que ya había descendido, negue suavemente con la cabeza ante sus palabras.

- No tienes que disculparte, solo has dicho algo que has pensado.....gracias por pensar eso de mi...-sonrei un poco aun mirandolo aunque mis ojos querían apartar un poco la vista, debido a la verguenza yo no dejaba que lo hicieran, quería seguir quedandome un rato más mirando aquellos ojos turquesas, aquellos ojos que tanto me gustaban.

Al menos algo parecía ser seguro confiaba en mi y parecía estar cogiendome algo de aprecio por todo lo que había pasada durante el día, aunque aun quedaba mucho para que este terminara y posiblemente algo más podría llegar a suceder. Su mano detuvo aquellas caricias en mi espalda, solo para escuchar como quería seguir viendo la casa, con lo otro casí lo había olvidado por completo. Su mano seguio un recorrido rozando mi cintura hasta que acabo acercando su mano a la mia, dejando que estas se tomaran la una a la otra, no pude evitar y acabe sonrojandome más, y esta vez si que mi mirada descendio un poco, para no tardar mucho en asentir a sus palabras.

- Claro que puedo seguir enseñandote la casa Toshiro.....ahora tu tambien vas a vivir en ella y es mejor que la conozcas..-sonrie volviendo fijar mi mirada en la suya, tomando su mano tambien con suavidad y comenzando a moverme para hacerle un pequeño recorrido por la casa- La casa no es muy grande, sera facil que sepas donde esta cada habitacion....el salon y la cocina ya sabes donde estan...en esta planta ademas hay una habitacion más y un cuarto de baño...-me detuve justo donde se encontraba la primera puerta y abri, dejando ver uno de los dormitorios- Toshiro...¿que habitacion prefires? ¿esta o la que hay en la planta de arriba?...-pregunte girandome un poco para verle.

La habitación en la que estabamos era muy sencilla , solo tenía una cama de matrimonio con sabanas blancas, dos mesitas de noche, una comoda y un armario. No era una habitación que tuviera mucho, pues apenas había podido hacer algo aun con ella, apenas llevaba un mes si acaso en la casa y tampoco había tenido mucho tiempo para adecuarla mucho, pero si Toshiro elegía aquella habitación la pondría a su gusto.

Invitado Dom Dic 16, 2012 3:30 am

El peli plateado se mantenía en la misma posición, observando atentamente a la fémina y escuchando cada palabra de la misma con sumo cuidado. Al momento de que aquella terminara su primer comentario simplemente desvió la vista de forma mínima pasándola hasta la puerta que se ubicaba visiblemente por encima de uno de los hombros de la peli rosa – Airi-sama… – sus palabras terminaron por salir en un suave susurro tras percatarse de aquellas acciones, tanto la del entre cerrar de sus ojos como la de notar el rubor descendiendo poco a poco – No tiene por qué ocultar algo como eso, siéndole sincero, me agrada verle de esa forma… – termina por admitir ahora notándose cómo sus mejillas comenzaban a ser invadidas suavemente por un tenue rosa que apenas podía hacerse visible más con la pálida piel del shinigami parecía notarse un tanto más de lo que sería “normal”. Desvió su rostro unos centímetros hasta conseguir que la fémina perdiera de vista sus mejillas por el simple hecho de que no le apetecía que le vieran de aquella forma, era algo que no había aceptado jamás y que tampoco haría, o al menos, eso era lo que él creía. Su mirada terminó por recuperar aquella postura una vez que su propio sonrojo desapareciera al cabo de unos segundos para que volviera a observarla – Me alegro de que sean de su agrado, Airi-sama – terminó por murmurar suavemente apenas articulando sus labios para acercar un poco más su rostro al ajeno y llevar sus labios hasta su frente una vez más, besando ésta con sumo cuidado para terminar por separarse lentamente y observando a su alrededor con tranquilidad, dejando que su mano terminara por descender hasta la zona lumbar de la chica y luego con la misma lentitud con la que se había acercado, fue retirándose para llegar hasta su cintura y finalmente separarse de su cuerpo.

¿Por pensar eso de ella? ¿Es que había otra cosa que podía pensar? Su mirada se dejó llevar lentamente y subió hasta posarse sobre el techo – ¿Cómo no serlo? Le hice pasar, por lo que pude apreciar, un mal momento – dispuso a argumentar sus disculpas para luego bajar una vez más su mirada y toparla con la ajena mostrándose tranquilo, sereno, dejando que sus labios deshicieran aquella línea horizontal que habían mantenido por un rato para comenzar a curvarse lentamente en una pequeña y suave sonrisa. Mantenía la atención completamente en la chica luego de que hubiera aceptado enseñarle la casa. Había dicho que su residencia no era grande pero así no era como la veía el chico puesto que, comparando la casa con la celda en la que había estado durmiendo, sinceramente, la residencia de la chica era un completo lujo, uno que él no podía siquiera alcanzar si aún se mantenía en aquél asqueroso lugar. Negó lentamente tras escucharle y simplemente se dispuso a liberar un suave suspiro – No me parece que sea pequeña, Airi-sama, sino que es perfecta… – tras aquello simplemente avanzó un par de pasos hacia delante para continuar escuchándole – Entiendo… Pero no lo sé, donde usted desee colocarme estaré bien, Airi-sama – respondió ante su pregunta pues, en efecto, le era de poca importancia el lugar en el cual dormiría ya que cualquier cosa sería mejor que las estancias en aquél lugar, uno donde podías escuchar a las esclavas siendo abusadas y sin que nadie pueda entrometerse porque en caso contrario terminarían torturándote… Terminó por entrar en la habitación señalada y la observó, bastante sencilla en realidad aunque no por ello perdería su comodidad y a él nada de eso le importaba, solo que la chica estuviera cómoda con el lugar donde él permaneciera – Está bien que duerma aquí, Airi-sama, más si usted quiere que duerma arriba, arriba será – terminó por decir aquello, una vez más le dejaba elegir puesto era el pensamiento de la chica lo único que deseaba oír.

Invitado Jue Dic 20, 2012 1:53 am

Ya no estaba tan segura si la razón de que me sonrojara tanto ante sus palabras era simplemente por ser de naturaleza timida o empezaba a ver algun otro motivo de por medio, tal vez el hecho de saber que el chico que a partir de ahora viviria conmigo en aquella casa, cuasaba que me sonrojara más de lo normal, pero solo era una suposición mia y nada mas, podía estar completamente equivocada. Sin embargo asi era, y sus nuevas palabras volvieron a causar aquel efecto de nuevo en mis mejillas, haciendo que se sonrojaran nuevamente, aunque mucho menos que la anterior vez cuando me llamo "Airi-Hime". Aunque sus acaricias en mi espalda habían conseguido que me tranquilizara de nuevo, era algo agradable sentir aquello y más si provenian de el, aun cuando había hecho que me sonrojara de nuevo por su comentario.

- Bueno si tanto te gusta verme asi...creo que vas a tener varias oportunidades para hacerlo...-apenas susurre aquellas palabras, girando un poco mi cabeza para mirar al chico de reojo, aunque me daba verguenza que me viera tan roja, habria varias situaciones en las que veria mis mejillas con aquel tenue color rojo.

Mi mirada se quedo viendolo a el y sobre todo a su rostro fijamente nuevamente en aquellos hermosos ojos que tenía, al menos segun mi opinión.Di un ligero suspiro al escuchar sus palabras, me sentía un poco mal por haberle hecho pensar aquello a Toshiro, me volví complemente quedando justamente de frente a el, y lleve una de mis manos hasta su mejilla derecha, acariciando esta con suavidad mientras lo miraba con los ojos entrecerrados y un leve color carmesi sobre mis mejillas, mientras le sonrei sin apartar la vista de el, quería que comprendíera que no habia sido un mal momento el que me había hecho pasar.

- No es eso....-negue apenas un poco con la cabeza, para volver a quedarme mirandolo- Simplemente fue la sorpresa por escucharte llamarme asi...es la primera vez que alguien me llama de esa formo y al ser tan sorpresivo....- baje apenas un poco la mirada, aun manteniendo las caricias en su mejilla- Pero no fue ningun mal momento...aunque he reaccionado de una manera un poco rara- rei un poco para terminar y bajar mi mano dejando de darle aquellas suaves caricias.

Ya estando dentro de la habitación espere a que Toshiro me respondiera a la pregunta, quería saber cual de los dos cuartes sobrantes que estaban vacios, debía de acondicionar para que el se sintiera completamente a gusto y comenzara a sentir que aquel era su hogar, aunque sus palabras me siguieron dejando en duda, al parecer no le importaba cual fuera el cuarto y en vez de decidirlo el, quería dejarlo a elección mia. Mientras el observaba el cuarto, estuve pensando cual sería el mejor para el de los dos....no me decidia ambos cuartos los encontraba bien para el y no conocia sus gustos como para teminar decidiendome por uno.

- Esto...tal vez seria mejor que durmieras en la planta de arriba, en el cuarto que esta frente al mio...-comente mientras llevaba una de mis manos hasta bajo mi menton sujetando este un poco, mientras me quedaba con aire pensativo- Asi si necesitas algo puedes ir a buscarme más facilmente...¿te parece bien?-temine de decir y mire a Toshiro queriendo ver que le parecía aquella idea y saber su respuesta.

Aunque lo único que buscaba era que estuviera comodo y a gusto, quería que comenzara a sentir aquello como su propio hogar y no solo como la residencia donde lo había llevado su "ama"...aquella palabra seguía teniendo el mismo efecto en mi, me desagradabla basante pero por el momento no podía hacer nada, Toshiro solo me vería de aquella forma.

Invitado Sáb Ene 19, 2013 12:14 am

Sus caricias se mantuvieron constante mente en la espalda de la chica mientras prestaba atención a sus palabras y asentía lentamente tras su comentario haciendo que simplemente desviara apenas la vista hasta la puerta de la entrada principal – A decir verdad, Airi-sama… – musitó con cierta serenidad, como si estuviera meditando claramente las palabras que iría a pronunciar luego de haberle escuchado – … Si me agrada verla de ésta forma y espero que no le moleste pero haré las cosas para poder apreciar la belleza de sus mejillas ruborizadas – terminó por asentir lentamente aquello porque sin duda no dejaría de buscar la forma en la que pudiera ver aquél tenue carmesí sobre las mejillas de su ama – Eso claro, si es que no le molesta ruborizarse por mis palabras, Airi-sama – terminó aclarando tranquilamente apenas articulando. Se dispuso simplemente a escucharle antes de hablar, algo que hacía por respeto así como por costumbres, siempre escuchando a quien quisiera hablar para tener un mejor panorama al hablar y dar una mejor opinión sobre los temas, siendo tal o cual situación. Sorpresa… Esa fue la palabra que ella empleó para dar la razón por la cual había actuado cómo lo había hecho y consiguiendo que el shinigami musitara apenas – ¿Sorpresa, Airi-sama? – su mirada se entre cerró un tanto antes de hacer que su mano derecha aún sobre la espalda de la chica pero terminando por ascender lentamente hasta permitirse hacer contacto con aquellas suaves hebras que eran poseídas por la muchacha, entre abriendo sus labios para suspirar y luego volver a hablar – Si no le gusta que así le llame, Airi-sama, dejaré de hacerlo ahora mismo pero no dejaré de pensarlo, eso espero que quede claro – al término simplemente dibujó lo que parecía ser una pequeña y apenas visible curva sobre sus labios antes de acercarse para depositar un pequeño y fugaz beso sobre su sien.

Un par de segundos y volvió a escucharle hablar, entre abriendo sus labios simplemente para exhalar lentamente un poco de aire y terminar por asentir antes de hablar – Está bien para mi, Airi-sama – aunque mantuvo su mirada pensativa y su mente activa para poder articular lo que vino después, unas palabras que salieron con suavidad, apenas articulándose en sus finos labios – No solo así, sino que usted deberá caminar un par de pasos para buscarme y pedirme lo que necesite – su mirada estaba serena, de una tan distante y perdida que parecía imposible que ese fuera el mismo chico que tiempo atrás hubiera desenvainado una espada del tipo katana para atacar a alguien pero así era él, aparentemente despistado pero siempre atento y por si fuera poco, siempre mostrándose serio cuando la situación lo ameritaba. No sabía qué hacer por lo que simplemente y en el tiempo de espera en que la joven re tomara su camino, el chico simplemente volvió a subir su mano hasta la espalda de la chica y regresaba a proporcionarle aquellas caricias que a él también le agradaban brindarle, al menos, a ella si – Me siento a gusto con su residencia, Airi-sama – aquello salió de la nada aunque estaba claro que sentía esa calidad hogareña que no había sentido por mucho tiempo, una incluso que le había costado conseguir en la Sociedad de Almas ¿Acaso estaba quedando loco? Lo dudaba, pero se sentía así, cómodo, tanto con la presencia de aquella joven como con la de aquél lugar, aquél “hogar” el cual había sido llamado “nuestro” por la chica... Suspiró suavemente con un sonido apenas audible y su mirada se volvió a ella antes de que hiciera una pregunta ciertamente rara – ¿Es usted humana, Airi-sama? – y así fue como detuvo su mirada, la cual había estado pasando de lado a lado de la habitación y ahora quedaba clavada sobre los ojos ajenos, manteniendo las caricias suavemente.

Invitado Mar Ene 29, 2013 4:28 am

Me sorprendio bastante al escuchar las palabras de Toshiro acababa de decirme que le gustaba verme con las mejillas sonrojadas, eso hizo que bajara un poco la mirada para acabar un poco más sonrojada, era algo que no me había esperado que me dijiera. Aun podia sentir las caricias de su mano en mi espalda, eran muy agradables sus caricias por lo que no me separe de el en ningun momento, aunque de nuevo sus palabras me estaban sorprendiendo ¿por que le gustaba verme sonrojada? no temrinaba de entenderlo tampoco pensaba que fuera un espectaculo fuera de lo normal. Negue levemente a sus palabras, no me molestaba en lo mas minimo que me intentara hacerme sonrojar, aunque seguía sin comprenderlo, una pequeña sonrisa se mostro en mi rostro al parecer le había caido bien a Toshiro y mi compañia no le molestaba, cosa que me agradaba mucho.

- No, no me molesta que lo intentes Toshiro...-comente de forma tranquila y sonriendo un poco para levantar la mirada y verle fijamente a los ojos- Bueno...es que hasta ahora nadi me le había dado por llamarme de esa forma, por eso me a sorprendido tanto...pero no me molesta que me llames asi, puedes seguir haciendolo si quieres...con el tiempo supongo que me acostumbrare a que me llames de esa forma y no me sorprendera más...-sonrie un poco aun mirandolo a lo ojos, pero sin dejar en ningun momento de estar sonrojada.

Una vez comenzamos a ver la casa empezamos primero por la planta baja, lo primero era elegirle una habitación a Toshiro, le habia dado a elegir entre la de la planta de arriba o la de la planta de abajo que era donde nos encontrabamos ahora, pero al parecer no le importa tomar una habitación u otra. Seguí pensando durante unos minutos donde sería mejor que se quedara, al final pense que lo mejor era la habitación de arriba, si necesitaba algo podría encontrarme con rapidez...igual que como el decía si yo necesitaba algo de el tambien podría encontrarlo sin tener que bajar las escaleras con el riesgo de caerme por ella si era de noche. Mi cuerpo se tenso un poco al notar como la mano del chico volvia de nuevo a mi espalda, y volvía a darme unas suaves caricias en esta, sonrie un poco llevando la mirada hasta donde el estaba y mirarle fijamente.

Bueno dejando eso uno momento de lado teníamos que seguir con la visita a su casa, despues de escucharlo hablar tome su otra mano con la mia, sonrojadome un poco y tire un poco de el para que caminara conmigo para subir a la planta de arriba y ahora si mostrarle la que iba a ser su habitación, mientras viviera alli conmigo en la que ahora iba a ser nuestra casa. Ladee un poco el rostro escuchando la pregunta que Toshiro acababa de hacerme, me pare sin soltar su mano frente a la escalera que llevaba a la planta de arriba.

- Pues si soy humana Toshiro ¿por que?....-pregunte un poco extrañada por su pregunta, ya sabía que el era shinigami pero tampoco pensaba que yo tuviera pinta de ser de otra raza aunque....tampoco sabía el aspecto que tenía la gente de otras razas, como las que había visto en las fichas del lugar a donde había buscado a Toshiro.

Invitado Vie Feb 01, 2013 10:35 pm

El rubor que invadía las mejillas de la muchacha y que se intensificaba con el pasar de los segundos simplemente hacía que el muchacho viera con más ternura a la fémina que se encontraba a su lado aunque claro, esto jamás lo dejaría pasar a través de sus facciones que se mantenían constantemente inexpresivas con aquellos párpados medio caídos dejando que únicamente pudiera apreciarse la mitad de sus irises turquesas que aparentaban completa serenidad y carentes de sentimiento alguno se mantenían fijos en los cabellos de aquella muchacha, unos cabellos de un tenue rosado atractivo que resaltaba la bella figura que ésta poseía haciendo que el shinigami solo dejara su mirada clavada en la ajena mientras escuchaba aquellas palabras que ciertamente le agradaban de gran manera porque continuaría con aquello debido a que le recordaba a esa otra joven, le recordaba a aquella fémina de la Sociedad de Almas que había sido su mejor amiga por todos aquellos años en el pasado – En ese caso me alegro de que no le moleste porque será algo que diré alguna que otra vez, Airi-sama – terminó por enunciar mientras movía sus labiales de forma mínima apenas teniendo que articular éstos para enunciar aquellas palabras tan delicadas que salían como si ya fueran algo planeado aunque en efecto aquello no era más que un mero comentario algo típico de su persona cuando lo necesitaba como si siempre estuviera pensando también cada situación posible, siendo esto más asemejado a la realidad debido a que él era el mejor estratega de la Sociedad.

El muchacho sintió cómo era que le tomaba la mano para comenzar a andar atravesando un pequeño pasillo que daba a las escaleras permitiendo así acceder al segundo piso de aquella residencia notando cuál era la habitación a la cual pertenecería. Sus pensamientos fueron interrumpidos por las palabras de la chica las cuales afirmaban ser una humana consiguiendo que la mirada del peli plata se entre cerrara y terminara por moverse de forma lenta hasta ubicarse ahora delante de ella dejando que sus manos se apoyaran sobre sus brazos en la cercanía de sus hombros siguiendo por conseguir que ambos cuerpos se apegaran un poco mientras su mirada se entre cerraba un tanto y sus labios se acercaban a su oído para responder a su cuestión – Su aroma… Me permite saber que es humana además los shinigami tenemos la habilidad de ver un anillo alrededor del cuello de las personas, tanto razas sobre naturales como no, que nos indican el estado de una persona y el suyo es completamente puro lo que le hace una humana – y luego de haber respondido simplemente dejó que sus manos bajaran un tanto hasta la mitad de su espalda disponiéndose a enunciar otro comentario luego de haber entre abierto, nuevamente, sus finos labios – Y haré que ese anillo se mantenga siempre puro, Airi-hime – aquello último lo dijo en un pequeño casi inaudible susurro pero adrede en su oído para que ella lo notara porque quería que ella lo comprendiera claramente, quería que ella captara que él la cuidaría siempre.

Invitado Sáb Feb 02, 2013 5:14 am

Aunque decía que iba hacer todo lo posible para hacerme sonrojar, era como si a el nada el perturbara, sus ojos seguían reflejando la misma tranquilidad desde que lo había visto por primer vez, aquel mismo diía en la mañana. Ahora que lo pensaba detenidamente solo parecia haber cambiado un poco su exrpresión despues del incidente que habíamos tenido con aquellos admiradores mios que parecían querrer llevarme con ellos a toda costa. Aunque tampoco estaba muy segura de el, parecia que Toshiro era capaz de mantener la calma ante cualquier situacion, lo cual me resultaba bastante curioso, yo no era capaz de hacer eso, solo había que ver los sonrojos que Toshiro era capaz de sacarme con cada una de sus palabras, o el miedo que había sentido al escuchar el trueno que el mismo había provocado.

- Esta bien Toshiro, puedes decirlo las veces que quieras...-sonrie bajando un poco la vista aun manteniendo un poco el sonrojo en mis mejillas, pues aunque me daba algo de verguenza me alegraba al mismo tiempo.

Ante de llegar a subir por la escalera que nos iba a llevar al segundo piso de la casa me detuve mirando a Toshiro para contestar aquella extraña pregunta que me había hecho, o al menos era extraña para mi por que no comprendía por que lo preguntaba, aunque suponía que debia de tener sus motivos, motivos que no tardiaria mucho en escuchar. No apartaba la mirada del chico de ojos turquesas cuando comenzo a moverse hasta colocarse justo delante de mi. ladeando un poco la cabeza sin entender aun por que hacia aquello, hasta que note como tomaba mis brazos cerca de la altura de mis hombros, para terminar apegando su cuerpo al suyo haciendome sonrojar de nuevo.

Me quede muy quieta mientras seguía manteniendo aquel nuevo sonrojo que había aparecido en mis mejillas al notar la cercania del chico, y como sus labios se aproximaban a mi oido solo para hablarme casi en unos pequeños susurros. Seguen me estaba diciendo las shinigamis tenían la habilidad de ver unos anillos alrededor del cuello que le podían hacer indentificar el estado de las personas y decía que el mio era puro. Aunque lo escuchaba me sentía un poco nerviosa por su cercania, pero no era algo que me molestara en lo mas minimo.

- V-vaya no sabía que los shinigamis tuvierais una habilidad tan curiosa Toshiro...¿eso quiere decir que eres capaz de saber si una persona es buena o mala tambien?...-pregunte mientras estaba sonrojada aunque sin moverme de como estaba, notando como la manos del chico comenzaban a bajar hasta la mitad de mi espalda mas o menos.

Baje un poco la mirada sonrojandome más ante sus nuevas palabras, habia vuelto a llamarme hime, sonrei un poco y me acerque un poco más a su cuerpo y deje que mi frente quedara apoyada en el hombro del chico cerrando los ojos mientras me quedaba en aquella posición nerviosa y tranquila al mismo tiempo. Me sentía a gusto en compañia de el aunque lo acabra de conocer, pero ya sentía que podía confiar en el y ademas que el siempre cuidaria de mi, pasara lo que pasara siempre estaria hay para cuidarme.

- Gracias Toshiro....-termine susurrando aun manteniendo mi frente sobre el hombro ajeno mientras dejaba nuestro cuerpos un poco unidos.

Invitado Lun Feb 04, 2013 11:43 am

¿Por qué? ¿Qué era lo que le sucedía? Sus manos se mantenían firmes contra la espalda de la muchacha mientras comenzaban a moverse de forma lenta sus falanges buscando acariciar de manera simple aquella espalda que era poseída por la peli rosa mientras entre cerraba sus orbes sin siquiera alterar de forma alguna aquella mirada que poseía, esa tranquilidad inquebrantable que siempre había mostrado y que siempre poseería porque así había sido desde siempre mostrando cierta indiferencia a lo que a su alrededor ocurría así como seriedad completa al menos desde su tiempo como Shinigami ya que había obtenido una prueba de ‘personalidad’ cuando hubo terminado la academia antes de poder obtener el título de Capitán – Los shinigami guardamos secretos y habilidades con la que otras razas simplemente no podrían siquiera soñar, Airi-sama – respondió ante aquellas palabras mientras escuchaba su otro comentario comenzando a meditar sobre eso ¿Si es buena o mala? – Supongo que la explicación más fácil es decir que puedo ver cuánta pureza tiene un alma permitiéndome de alguna forma ‘juzgar’ a las personas aunque claro, eso puede ayudar a definir cuando una persona es buena o mala – terminó explicando aunque si, en efecto aquello era lo mismo que ella había enunciado o al menos parecido porque no era explícita mente saber si una persona era buena o mala sino la cantidad de bondad que poseía y cuanto menos poseyera, menos claridad presentaría aquél anillo así como menos bondad tendría su alma. Suspiró con sumo cuidado mientras separaba apenas su cuerpo del de la muchacha dejando aún sus manos sobre los brazos de la muchacha casi sobre la altura de sus hombros.

Su mano derecha se movió de forma lenta hasta su mentón haciendo que así alzara su mirada pudiendo observar aquél rubor de sus mejillas que le había atrapado completamente entre abriendo sus finos labios dejando escapar un pequeño suspiro tranquilo curvando apenas sus labios de forma apacible aunque regresándolos de nuevo a la antigua seriedad constante que había mantenido – No es necesario agradecer nada, Airi-sama – apenas articuló sus finos labios mientras desviaba su mirada por un par de segundos separándose de ella finalmente mientras permitía que una de sus manos ahora se moviera para acomodar lentamente su bufanda dejando que una tira de ésta se acomodara ahora hacia detrás de su cuerpo quedando en el lado opuesto que el mango de su zampakutõh mientras que el lado contrario permanecía hacia delante pudiéndose notar como habían sido intercambiadas las posiciones mientras disponía a recorrer aquél pasillo con su mirada entre cerrando la vista de forma serena volviéndola a su antigua expresión carente de cualquier tipo de sensación – Así que, al final, dormiré aquí arriba también. Es una ventaja por lo dicho anteriormente… – comentó nuevamente simplemente pensando en la mejor forma de poder proteger a la muchacha que se ubicaba a escasos centímetros de su persona y a la cual le dirigió una pequeña mirada con serenidad buscando algún tipo de comentario frente a sus palabras aunque simplemente admirando aquél rubor que tanto le agradaba de ella haciendo que su mano se moviera lentamente hasta su mejilla con el único fin de comenzar a acariciarla de manera lenta mientras entre abría mínima mente sus finos labiales para emitir un delicado suspiro.

Invitado Miér Feb 20, 2013 7:28 am

Me mantenia aun en aquella posición teniendo mi frente sobre el hombro del Toshiro mientras escuchaba su explicación sobre el poder que este tenía, aunque me comento algo mas, mientras aun podía notar sus suaves caricias sobre la espalda, haciendome entrecerrar un poco los ojos disfrutando de ellas, en verdad me resultaban muy relajantes poder notarlas. Me comento sobre su poder y por lo que dijo debia de tener algun que otro poder que al ser humana, me era completamente desconocido tal y como me había sucedido con ese anillo que decía ver y que con ella veía la bondad de la gente.

- No puedo decir nada por el resto de las razas, pero a menos a nosotros los humanos si que no podemos imaginar tener un poder como ese... aunque supongo que sería de utilidad en algunas ocasiones..-respondía a sus palabras de forma tranquila mientras me mantenia entre sus brazos.

Fue encontes cuando note como su cuerpo se alejaba del mio y su mano iba hasta mi menton, subiendo mi mirada hasta chocar de nuevo con sus ojos de color turquesa, unos ojos que decía de decir que me gustaba mucho poder ver. Sus manos se mantenian aun sobre mis brazos, mientras en su rostro podía ver una pequeña sonrisa que era formado sus labios, apenas se podía notar pero yo podía ver esa sonrisa que tenía, era una de las pocas que le había visto en el día de hoy desde que lo había conocido en la tienda.

- No puedo evitarlo...es algo que creo que debo de decirte, darte las gracias por lo bueno que eres conmigo...aun cuando se puede decir que aun soy una completa desconocida para ti...-comente de forma tranquila, manteniendo aquel sonrojo en mis mejillas pero desviando un poco la mirada para en parte por verguenza.

Aquellas palabras que le había dicho eran ciertas, aunque me llamara Airi Sama, aunque fuera a vivir conmigo, la verdad era que solo nos conociamos desde aquella mañana y apenas sabíamos algo el uno del otro, algo que esperaba que fuera a cambiar con el paso del tiempo y la convivencia, una convivencia que llevaba tiempo esperando, ya al menos no me sentiria tan sola....o al menos eso era lo que pensaba.

Despues de aquello y de decidir que Toshiro dormiria arriba en el cuarto que estaba enfrente al mio, comenzamos a subir las escaleras para llevarlo a su habitación finalmente. Toshiro me iba siguiendo mientras yo iba delante de el aun algo sonrojada, pero con una sonrisa en el rostro hasta llegar a dos puertas que había y me detuve alli para girarme y volver la vista al chico de cabellos blancos.

- Esta puerta es la de mi habitación...si necesitas cualquier cosa en la noche solo tienes que llamar y entrar sin problemas ...-dije mientras señalaba la puerta blanca que estaba a mi derecha y la cual tenía un cartelito con nubes y un jazmin dibujado- Y esa va a ser tu habitación a partir de ahora, ya esta por completo amueblada....solo tienes que decorarla a tu gusto...-comente tomando la mano del chico e ir con el hacía la puerta que estaba a la izquierda abriendo esta para que el chico la viera.

Era una habitación de paredes blancas y amueblada con todo lo necesario para que alguien residiera alli, una cama, la comoda, el armario, un escritorio, una silla para este y un pequeño sofa que había bajo la ventana. Entre en la habitacion tirando un poco de Toshiro para que entrara conmigo y viera el lugar que iba a ser su habitación de ahora en adelante.

- ¿Que...te parece la habitacion Toshiro?...-pregunte un poco timida pero sin soltar su mano mientras esperaba a que este me diera una respuesta.

Invitado Sáb Mar 02, 2013 1:31 am

Frente a aquellas palabras movería su rostro de manera apenas susceptible pudiendo dejar que fueran sus irises, de ese intenso turquesa, los cuales se terminaran deslizando lentamente aunque sin permitir a la ajena ser capaz de observar aquello. Ahora hablaba acerca de su raza, los humanos, de la imposibilidad de éstos para conseguir una habilidad así de ‘útil’ como la que tenía él. Aunque la palabra ‘útil’ no era la mejor descripción para esa capacidad ya que era algo innato de su raza para cumplir con su labor por lo que simplemente alzaría un poco sus hombros – No veo la utilidad de una capacidad si su uso es quitar la vida a aquellos cuyos aros se han perdido en la oscuridad de la noche – estaba claro que hacía referencia al color de los mismos porque la capacidad de los shinigami era distinguir el color de dichos objetos pero su función era matar a aquellos cuyos aros estaban completamente negros ya que a éstos eran los que debían morir sin importar la forma… Pero eso era algo de lo que en realidad no sabía con exactitud ya que fue el mismo día de su graduación cuando aquellos hombres aparecieron ¿Cuándo…? Hacía… Aproximadamente unos miles de años en realidad, en aquél lugar, luego de que las clases hubieran terminado para su persona…

flashback:

… Sí. Lo recordaba. Recordaba aquél momento como si fuera el día de ayer, cuando la carta había llegado a sus manos en aquellos mismos instantes pero fueron las palabras de la muchacha las cuales le hicieron regresar a la realidad – No debe agradecer nada, Airi-sama… – simplemente emitió aquellas palabras cuando sus disculpas se presentaron. No había razón para ello. ¿Por cuidarla? Era su deber como mascota el cuidar a su ama además de que lo había prometido desde que le había quitado de aquél lugar convirtiéndose en su protector, en su guardián. Decidió volver la mirada lentamente hasta la puerta donde la chica había indicado haciendo que ingresara lentamente al lugar con suavidad, paso a paso hasta poder observar con atención cada cosa de aquél lugar, tanto el amueblamiento así como color de ésta, haciendo que volviese lentamente hasta la muchacha – Me parece perfecta, Airi-sama… – su rostro se inclina hacia delante como muestra de respeto mientras el chico entre abre sus labios emitiendo unas suaves palabras de agradecimiento aunque luego regresa a su postura normal, completamente erguido – Es bastante agradable el clima, a decir verdad. La temperatura es perfecta – si bien estaba un poco frío, un poco más que afuera, aquello le gustaba ya que no por algo su zampakutõh era un dragón de hielo y tenía una de las zampakutõh de hielo más poderosas de toda la sociedad…

Invitado Mar Mar 12, 2013 6:57 am

Escuchando aquellas palabras que ahora me decía sobre la utilidad que tenía poder ver los colores de aquellos aros que decía que todos teníamos ahora no me parecía tan buena la habilidad. Si la posibilidad de poder ver aquellos anillos era la de matar a las personas así sin mas, sin darles una oportunidad de poder cambiar, en verdad me parecía una mala habilidad, aunque tampoco podía opinar mucho al respecto de aquello tampoco sabía nada sobre la forma en que Toshiro debía de hacer su trabajo como shinigami.

En parte por eso preferí no hacer comentario alguno sobre aquello, aunque si que me quede un poco pensativa en aquello, al menos hasta que la voz del chico me saco de ellos haciendo que mi mirada se volviera a colocar sobre el rostro del chico. Sonreí un poco con un leve sonrojo en las mejillas cuando lo escuche decir que la habitación le gustaba, mejor si le gustaba para que se sintiera más cómodo en la casa, aunque me sorprendió un poco que se inclinara un poco delante de mi, haciendo que ladeara un poco el rostro.

- Me alegra saber que te ha gustado la habitación Toshiro...espero que también te guste la estancia aquí...mientras vives conmigo..- termine pronunciando sin perder aquella sonrisa en mi rostro, solo para quedarme observando al chico con atención, solo para sentir que me daban ganas de hacer algo, pero no era capaz de moverme, por que en si me daba vergüenza.

Aquella timidez mía en situaciones como esta era muy complicada de sobrellevar, pero en verdad quería hacerlo...aunque solo fuera para que sintiera que me agradaba su compañía y que me alegraba que fuera el quien estuviera conmigo. Tome mis manos apretando estas un poco mientras mi mirada se quedo fija durante unos segundos en el suelo, pensando en aquella sensación que me invadía mi pequeño cuerpo por completo.

No podía...no me terminaba de atrever a hacer aquello aunque tampoco iba a ser el primer abrazo que le diera....pero aun así no conseguía que mi cuerpo terminara de reaccionar. Finalmente termine dando un pequeño suspiro y volviendo la mirada a sus ojos turquesas.

- Por que no terminas de acomodarte en la habitación....mientras tanto yo iré a la cocina y comenzare a preparar algo para que comamos los dos...-propuse manteniendo aquella sonrisa en mi rostro mientras comenzaba a caminar para salir de la habitación y dejar que Toshiro comenzara a acomodar sus cosas- Por cierto...¿hay algo que te guste en especial? puedo preparar lo que quieras...se me suele dar bien cocinar - comente parándome en el marco de la puerta para mirar al chico.

Era una de las ventajas de haber tenido que comenzar a vivir sola, había tenido que aprender a cocinar y para mi sorpresa era algo que se me daba bastante bien, lo cual era un alivio sino hubiera sido un pequeño problema tener que pedir siempre comida a domicilio.

Invitado Dom Mar 17, 2013 12:37 am

Toshiro mantenía su mirada puesta en la habitación dejando que aquellas perlas de color turquesa viajaran desde un armario hacia el otro hasta que finalmente se topó con la cama, esa misma que ahora sería donde podría dormir que, a diferencia con la que se encontraba en el mercado negro, aquella estaba bien arreglada y, en cierta forma también parecía más cómoda porque claro ¿Quién estaría cómodo en un colchón que apenas y alcanza los diez centímetros pero que, a su vez, es de polyfan y que a causa del peso del cuerpo humano, sin importar con exactitud, conseguía que el colchón descendiera lo suficiente como para que la espalda de cada individuo llegase a tocar las gruesas barras de hierro con la que estaba hecha la parrilla de la cama. Pero fue en ese momento que las palabras de aquella fémina hicieron que él regresara a la realidad, que de pronto la imagen de la habitación en la cual se encontraba hiciera notar el momento en el que se ubicaba también: había sido retirado de aquella ‘tienda’ si es que se podía llamar así, de aquél tan horrendo lugar donde la base del respeto por parte de otras mascotas no era sino a través de la fuerza y así lo había hecho porque claro, es que te respeten o que te usen como un muñeco para poder practicar libremente su fuerza sin poder siquiera hacer nada e incluso sin recibir ayuda de los guardias porque ellos se mantienen bajo la enunciación de que ‘Si no te haces respetar, no vales nada’…

– Así será, Airi-sama – la mirada de Toshiro se volvería lentamente en dirección a la muchacha haciendo que sus perlas turquesas chocaran con aquellas que ella poseía mientras, de forma lenta, su mirada disponía a ‘analizar’ a la fémina completamente aunque claro, simplemente haciéndose una idea de cómo era ella en realidad aunque fuere esto algo que pocas veces resultaba cierto. Suspiró con algo de serenidad al escuchar lo que decía acerca de la comida por lo que se dispuso a alzar sus hombros y luego a volver a bajarlos haciendo únicamente referencia a desconocer su respuesta – Lo que usted haga estará bien, Airi-sama – ¿Quién era él para pedir exquisiteces? Con que fuera comestible y más sano que lo que daban en aquél lugar algunas veces estaba bien, pero al parecer ella tenía la intención de preparar algo que a él le agradase por lo que simplemente se dispuso a agregar lentamente, apenas articulando sus labios – Algo dulce estaría bien, Airi-sama… – sus pasos le llevaron a que se acomodara frente por frente a un mueble bastante largo en realidad, la cual según tenía entendido era lo que los mortales llamaban ‘cómoda’ o algo por el estilo haciendo que sus manos se apoyaran sobre ésta dejándose recargar en ella y mirando al espejo su persona, dejando que sus orbes vieran aquél reflejo tan perfecto de sí mismo mientras él lo analizaba, mientras se analizaba a sí mismo – Yo… Bajaré en un momento, Airi-sama… – comentó con serenidad apenas volviendo la vista a través del espejo aunque regresándola a sus propios ojos luego.

Invitado Jue Mar 21, 2013 10:46 pm

Sonrei un poco ante su respuesta mientras lo miraba mirar la habitación con atención, en verdad parecía haberle gustado aquel lugar lo cual me alegraba bastante preferia que fuera asi y que estuviera comodo y a gusto como si aquella fuera su casa, la cual lo sería desde aquel día esperaba que con el tiempo terminara sintiendolo tambien suya. Pero eso ya sería otra historia ahora tenía que bajar a hacer la comida con el incidente en la calle y enseñarle la habitación se nos había hecho tarde, gracias a dios no tenía que ir al trabajo aquel día ya que me habian dado el día libre para poder atender mis asuntos, el cual no había sido otro que ir a por Toshiro.

Al principio parecío no querer decirme si quería algo en concreto solo me contesto que lo que yo hiciera estaria bien, pero no tardo en decirme que algo dulce el gustaria, me quede mirandole desde el umbral de la puerta mientras este seguía mirando la habitación.

- Entonces...¿te gustan las cosas dulces Toshiro? - pregunte ladeando un poco el rostro manteniendo una leve sonrisa en el rostro mientras lo observaba- Preparare algo dulce como postre entonces espero que te guste lo que haga..- termine deciendome y me quede parada durante unos segundos en la puerta antes de comenzar a caminar para ir hacía la planta de abajo.

Baje un poco la mirada al suelo sonrojandome levemente mientras pensaba, justo para volverme y ver como Toshiro se miraba en el espejo que estaba sobre la comoda, mientras me decía que el se iba a quedar algo más de tiempo en la habitación y luego bajaría. Termine por acercarme al chico aun sonrojada y le di un pequeño beso en la mejilla, para luego volverme bastante rapido y comenzar a correr un poco hacía la puerta para ir a la cocina.

- Tomete el tiempo que necesites Toshiro...estare abajo preparando la comida...-termine diciendo mientras terminaba de cruzar la puerta de la habitación y comenzaba a bajar por la escalera.

En verdad no sabía por que le había dado el beso solo sentía ganas de hacerlo igual que con el abrazo, pero aquello había terminado por no darselo por verguenza y aunque el beso tambien me lo había dado, me había terminado por acercar a el y darselo. Sonrie un poco mientras terminaba de bajar las escaleras y llegaba hasta donde estaba la cocina. Lo primero que hice fue recogerme el pelo en una cola baja para que no me molestara a la hora de cocinar y luego ponerme un delantal de color blanco con el dibujo de una flor en la parte inferior derecha.

- Bien vamos a ver que puedo cocinarle a Toshiro...-camine hasta donde estaba la nevera, me sentía algo nerviosa y al mismo tiempo entusiasmada por que sería la primera vez que cocinaria para alguien que no fuera mi familia, no es que fuera una experta en al cocina, pero al menos me sabía defender en ella.

Me quede mirandolo que tenía en la nevera mientras decia que era lo que podía hacer, al final pense que un omelette y un ensalada sería perfecto para la comida de aquel día, tampoco sabía si Toshiro tenía mucho apetito o no se me había olvidado preguntarle eso. Pero bueno cuando lo viera comer lo averiguaria, tome las cosas necesarias para hacer el omelette y comenzar a cocinar mientras esperaba a que el chico bajara de la habitación.

Invitado Sáb Abr 06, 2013 12:03 am

Los segundos pasaron pero ante aquellas palabras el shinigami realizó un suave asentimiento con su rostro mientras sostenía la vista a la muchacha a través de aquél espejo que podría decirse era de grandes proporciones. Simplemente terminó por cerrar la vista dejando que aquellas últimas cosas enunciadas por la fémina se las llevara el viento ¿Gustarle? Seguramente lo hacía porque era uno de esos chicos fáciles de complacer en lo que refiere a comida aunque claro, el tema era que las cantidades a veces, si la comida le agradaba lo suficiente, eran pocas por lo que solamente se dignó a emitir un suspiro. Mientras la chica no cocinara fabulosamente el muchacho no sufriría de necesidad alimenticia como sucedía cuando era su antigua compañera, Rangiku, la que cocinaba porque claro, era una mujer con cientos de años en experiencia y en efecto sabía cómo aplicar tal cosa en la cocina… Pero negó nuevamente para poder quitar de su mente aquellas palabras, aquellos pensamientos que ahora estaban casi invadiendo su mente queriendo ocuparla de forma envolvente, queriendo hacer que regresara a su mundo pero no lo haría, primero porque no podía ya que ahora era ‘propiedad’ de esa chica humana y por otra parte, tampoco quería regresar por el hecho de que aquella muchacha le agradaba y a pesar de todo, podría decirse que él le había tomado un poco de cariño a esa peli rosa humana aunque claro, eso no se podía asegurar por el simple hecho de que él, de sentimientos, no entendía completamente nada.

Lentamente, ya habiéndose quedado perdido en sus pensamientos y notándose solo en la planta superior, el muchacho dispuso a retirar una pequeña banda de color negro y blanco la cual poseía una insignia hecha de un metal bastante raro en realidad siendo éste de los que aún no se podían conseguir en la tierra. Aquella era la insignia que le daba el título de Capitán de la Décima División del Gotei 13 y era el único capaz de sostenerla aunque claro, aquello último era desde que había desaparecido pero como todos sabemos, los shinigami no son distintos a las personas y éstos así como aquellos son sustituibles… Bufó con cierta molestia dejando ordenadamente doblada aquella insignia al mismo tiempo que retiraba de entre sus prendas una fotografía hecha hacía ya un tiempo atrás, una donde salía con la sub capitana de su equipo junto al emblema de su División. Aquella era la foto de cuando había sido nombrado como Capitán, aquella era la ‘continuación’ materializada de lo que había sucedido luego de recibir la carta en su graduación – Todo tan nostálgico… – se atrevió a murmurar pero simplemente desvió la mirada. Recordar aquello le desagradaba y era por eso que simplemente se dispuso a empezar a caminar lentamente hasta llegar a la puerta de su habitación cerrándola con tranquilidad ahora tomando el camino de vuelta hacia abajo, llegando por vía de las escaleras hasta la cocina donde vería a la muchacha preparar lo que fuere que estuviere haciendo – Ya estoy, Airi-sama – se hizo presente mientras avanzaba hasta la puerta de aquél lugar apoyando su hombro derecho sobre el marco de dicha puerta y dejando que sus brazos se cruzaran lentamente. Su mirada por otra parte se volvería fijo en ella viéndole cocinar recordándole de cierta forma a su compañera consiguiendo un leve rubor que desaparecería segundos más tarde.

Invitado Sáb Abr 06, 2013 12:36 am

Me detuve durante unos segundos en mis quehaceres mientras esperaba poder llegar a escuchar algun ruido en la planta superior de la casa, pero no conseguia escuchar mucho, en verdad no parecía estar haciendo gran cosa arriba, aunque so mismo me hizo preguntarme a mi misma si se encontraria bien. De cierta manera creía entender que podía estar pasando por su cabeza en aquellos momentos, por que habia pasado por algo similiar, si bien yo no había venido a un mundo completamente diferente al mio y no había sido capturada por una personas que me habían encerrado, si que mi vida había cambiado en solo un suspiro sin que apenas me diera cuenta de ello.

Aquello me estaba haciendo recordar a mis padres y sobre todo las palabras de mi madre al decir lo que mi padre sentía hacia mi. Me detuve completamente bajando un poco la mirada con un leve destello de tristeza en ellos, recordar aquellas palabras aun me hacían daño, aunque no sabía aun bien si me hacían más daño las palabras referentes a mi padre o las acciones que este había hecho hacía tiempo atras, antes de que llegara a mudarme de casa y vivir en donde ahora me encontraba. De hecho la razó por la que me había mudado no había sido otra que mi padre....pero aquello era otra historia.

- No puedo pensar en esas cosas ahora...-susurrre para mi misma moviendo la cabeza había ambos lados en forma de negación intentando quitar aquellos pensamientos de mi mente para no recordarlo y asi no preocuparme por aquello ahora.

Volvi a ponerme a cocinar esperando que Toshiro bajara de la planta superior y pudieramos ponernos a comer. Tenia todas las cosas que necesitaba sobre la mesa solo esperando a ser cogidos para preparar lo que había pensado preparar de comida tanto para Toshiro como para mi, como la ensalada iba a llevarme algo más de tiempo y no necesitaba ponerla al fuego empece por esta cortando la lechuga y tambien un poco de tomate que iba a ponerme para no dejar a la lechuga sola. Estaba cortando justamente los tomates cuando escuche la voz de Toshiro que me hablaba, mire solo de reojo al chico sonriendo un poco sonrojada pues podía sentir la vista del chico sobre mi.

- En un rato estara la comida y podremos comer.... y ademas tengo natillas como postre espere que te gusten las hice ayer día para una amigas... pero sobraron, asi que hay suficiente para los dos -me sentía algo nerviosa por que aun podía sentir la mirada del chico sobre mi haciendome sonrojar un poco mas.

No estaba acostumbrada a que cuando cocinaba alguien me estuviera mirando o al menos hacía ya tiempo que no sentía aquella sensacíon de ser vigilada mientras cocinaba, de los mismos nervios y justo cuanto estaba terminando de cortar el tomate para ponerlo en la ensaladera junto a la lechuga, el cuchillo paso cerca de mi dedo produciendome un leve corte, pero haciendome emitir un pequeño quejido de dolor ante aquello, separando el dedo de la verdura y mirando como un pequeño hilito de sangre salia de el.

"Torpe.."- fue lo que pense de mi misma cuando vi que me había cortado de los mismos nervios que aun seguía teniendo.

Invitado Mar Abr 23, 2013 12:37 am

Los segundos pasaban. Éstos se convertían en minutos. La mirada del shinigami seguía puesta en su acompañante. Aquella rosada y reluciente cabellera no era algo que pudiera dejar de apreciar porque, sin duda, le atrapaba lo suficiente como para que aquellos orbes turquesas y medio apagados cobraran nuevamente vida. En efecto había recobrado la postura y el tenue color vivaz que había perdido en esos momentos que había pasado allí arriba. Su mirada se medio perdida comenzaba ahora, a centrarse en lo que vivía, ahora simplemente centrándose en lo que veía: aquella bella muchacha cocinando para ambos. Hacía tanto tiempo que no veía el cómo preparaban la comida por el mero hecho de que en las celdas de aquél lugar, ésta te la llevaban directamente y, a veces, ésta simplemente parecía ser algo incomestible por la mera apariencia desagradable que podía llegar a tener. A veces, Toshiro, se preguntaba quién era el encargado de la comida porque, simplemente, era alguien demasiado malo para ocupar el puesto en dicho lugar pero, también, cabía la posibilidad de que el hecho de que cocinara de esa forma fuera lo que buscaban en ese desagradable lugar – Lo desagradable va con lo desagradable… – pero fueron las palabras emitidas por la fémina las cuales hicieron que Toshiro simplemente reaccionara terminando por ‘regresar’, o al menos así decirle, a la realidad. Su mirada se volvió nuevamente fija, directa, posando esos orbes sobre el movimiento de manos que la fémina estaba haciendo al cortar la ensalada. El cuerpo del muchacho se mantenía tranquilo, medio caído hacia la izquierda donde su hombro se apoyaría contra el marco mientras sus brazos, cruzados, eran medio cubiertos por la parte de la bufanda que caía hacia delante con delicadeza.

Tan concentrado estaba en la nada, porque a fin de cuentas solo tenía la mirada fija, pero estaba como mirando la nada en particular al menos hasta que hubiera escuchado aquél quejido que siguió, ese quejido de dolor suave – No hay apuro y está bien pero… – dijo rápido, demasiado seguido hasta notar cómo la sangre comenzaba a correr suavemente por el dedo de la fémina. De un simple impulso y un rápido movimiento separó su cuerpo del marco comenzando a caminar con ambas manos a sus lados del cuerpo. No tardó siquiera unos dos segundos en recorrer la distancia que le separaba de la muchacha. Lentamente movió su cuerpo hasta ubicarlo frente por frente al de su acompañante haciendo que su mano derecha se moviera hasta tomar aquél objeto filoso que estaba usando para dejarlo sobre la tabla de madera donde estaba picando las verduras mientras ahora, disponía a mover su mano para poder tomar la cortada. Mantuvo la mirada puesta por algunos segundos en ella y luego volvió hasta la vista femenina – ¿Duele mucho, Airi sama? – sus párpados medio caídos se mostraban de igual forma que de costumbre pero el hecho de que hubiera actuado de aquella manera tan rápida solo conseguía demostrar que estaba, de cierto modo, preocupado para con ella. Con suavidad llevó el dedo ajeno hasta sus labios haciendo que con lentitud fuera introducido en su cavidad bucal haciendo que la herida se introdujera en ella para poder pasar lentamente su lengua por aquél pequeño corte para poder lamer con cierta lentitud con el único fin de poder quitar el dolor ajeno así como detener más rápidamente el sangrado.

Invitado Vie Abr 26, 2013 11:50 pm

No tenia remedio estaba claro solo a mi podía pasarme que me cortara haciendo una ensalada algo a lo que estaba muy acostumbrada a hacer desde antes incluso que me fuera a vivir sola a aquella casa, donde ahora estabamos Toshiro y yo. Apenas di un pequeño suspiro mientras veia como un pequeño hilito de sangra salia de aquel pequeño corte que el cuchillo había provocado en mi dedo y todo por haberme puesto nerviosa. Aunque era algo que no podía evitar sentir aquella mirada sobre mi, algo a lo que no solia estar acostumbrada y más cuando se trataba de un chico, normalmente con la presencia de un chico me solía poner aun mas nerviosa que si era una chica quien estaba conmigo. Tan sumergida estaba en aquellos pensamientos que no me di cuenta hasta que lo vi de frente a mi mientras me miraba.

Me sonroje un poco ante la verguenza de haberme cortado, aunque lo siguiente que el chico hizo me cogio por completo desprevenida, aparto el cuchillo de la otra mano y luego toma la mano donde me había cortado el dedo. Parpadee un par de veces ante la sorpresa de haberlo visto actuar de forma tan rapida ¿se habia preocupado por mi? la verdad es que era eso mismo lo que parecia.

- N-no te preocupes Toshiro, duele solo un poco....solo ha sido un pequeño corte nada de lo que preocuparse - respondi a su pregunta mientras bajaba un poco la mirada aun sonrojada, solo esperando ver que era lo que iba a hacer.

Tenia que curarme el corte con un poco de agua y luego tendria que ir a buscar el botiquin que había en el baño, pero Toshiro parecia tener otra idea para curarme el corte, lo siguiente que hizo me dejo por completo sorprendida y más nerviosa de lo que ya lo estaba. Sus labios se pusieron sobre mi dedo cortado y termino por dejar que este entrara en su boca, me quede por completo paralizada sin saber que hacer mientras el sonrojo en mis mejillas subia mucho más hasta un limite que parecía imposible de alcanzar. Mis ojos estaban completamente clavados en el rostro del chico, notando como dentro de su boca este lamia mi corte, era como si de pronto el dolor hubiera desaparecido por completo.

Solo podía sentir aquella lamida de forma lenta en mi dedo, notando como aun tenía mi mano sujeta, mi corazón se había acelerado mucho mas y el sonrojo que antes tenian mis mejillas ahora parecia haber llegado a todo mi rostro haciendome parecer como una fresa con ese color rojizo que las caracterizaba. Mi pulso estaba muy acelerado aquello era lo ultimo que me hubiera esperado que Toshiro hiciera para curarme el corte, la respiración empezaba a fallarme y comence a verlo todo nublado como si algo se hubiera interpuesto entre mi vista y lo que me rodeaba. No tarde mucho tiempo más en sentir como me empezaban a fallar las fuerzas de mi cuerpo y mis rodillas se doblaron, perdiendo por completo la vista, mientras mi cuerpo caia al suelo lentamente.

Invitado Sáb Mayo 04, 2013 9:01 am

Su lengua se seguía moviendo con cierta lentitud por aquella herida la cual era un pequeño corte en línea recta. La sangre de la peli rosa era, para Toshiro, un líquido de sabor realmente agradable para ser sinceros, a pesar de que no estaba acostumbrado a ingerir ese tipo de alimentos muy a menudo, puesto esto era cosa de los vampiros, podía sentir un sabor diferente en el de la chica que tenía delante, muy diferente al suyo para ser sinceros. A pesar de todo y su nerviosismo, Toshiro mantuvo la calma en todo momento. Sus ojos turquesas comenzaron a entre cerrarse de manera lenta, muy lenta, como si quisiera disfrutar del momento aunque simplemente no lo consiguió del todo, dejando que la mitad de aquellos orbes turquesas tan intensos se mantuvieran visibles para los de su acompañante, los de aquella muchacha que ahora tenía completamente roja sus mejillas, una situación que no solo no pasó desapercibida por la visión de Hitsugaya, sino que consiguió que fueran las propias mejillas del shinigami las cuales con cierta delicadeza también se tiñeran de un suave carmesí, uno muy suave que parecía ser un delicado rosado en éstas. Aquél nuevo tono en sus mejillas lo obligó a que virara sus ojos consiguiendo que aquellos orbes turquesas se movieran en dirección derecha terminando por observar la tabla donde segundos antes la muchacha había estado cocinando, viendo aquél cuchillo con las pocas gotas de sangre mientras que ésta también estaba esparcida, en más pequeñas cantidades, sobre la tabla…

Pero fue una fuerza superior la que consiguió que el muchacho volviera la vista hacia la fémina. Fue aquél peso muerto del cuerpo ajeno el cual hizo que Toshiro moviera su pierna derecha hacia delante mientras movía dicha mano para poder apoyarla detrás de su espalda sosteniendo su cuerpo inerte para evitar el golpe contra el suelo. Con delicadeza y suma tranquilidad terminó por cargarla soltando en efecto el dedo ajeno ahora que parecía haber cesado la pérdida de aquellas pocas gotas de sangre. Dispuso a caminar con serenidad. La llevaría a su dormitorio puesto que, a fin de cuentas, se había desmayado y no sabía en realidad cuánto tiempo tardaría en recuperarse aunque eso era lo que menos importaba en realidad. Hubieran pasado al menos unos dos minutos aproximadamente fue cuando Toshiro alcanzó a abrir la puerta del dormitorio de la planta superior ingresando al aposento de la muchacha alcanzando segundos más tarde la cama de la muchacha donde la depositaría con suavidad dejando que la cabeza de la muchacha descansara sobre aquellas almohadas tan suaves que poseía disponiéndose luego a descender por las escaleras en dirección hacia la cocina donde tomaría un vaso limpio con el único fin de poder llenarlo de agua. Aquél vaso de agua lo tomaría con una sola mano mientras sus pasos lo guiaban, así como hacía momentos atrás, nuevamente hasta la habitación de la fémina. Entraría en ésta con serenidad haciendo el menor ruido posible para simplemente dejar el vaso de aquél líquido sobre la mesita ubicada a su lado donde también estaba la lámpara de la habitación para luego girarse sobre sus talones comenzando a caminar hacia la puerta puesto quería irse antes de que la muchacha le viera salir de la habitación.

Invitado Miér Mayo 08, 2013 1:33 am

Mi cuerpo se había hecho pesado de pronto como si algo me hubiera arrebatado toda la fuerza que tenia y había terminado por perder la visión de cualquier cosa, incluso de aquel chico de cabellos blancos y ojos turquesas que tenia frente a mi, mientras aun podía notar levemente como su lengua recorria el lugar del corte de mi mano. Al final todo se volvio oscuros y senti como mi cuerpo caia hacía abajo sin que pudiera hacer nada para remediarlo, aun sentía calor en mis mejillas como si en poco tiempo me hubiera entrado fiebre asi sin mas, ademas se sentir como una opresión en el pecho que me hacía dificil el poder respirar. Perdi por completo el conocimiento de todo lo que me rodeaba y del tiempo, no sabía nada solo seguía sintiendo aquella opresión en el pecho, aunque esta parecía empezar a descender poco a poco, apena pude sentir una leve brisa en el calor que sentía en mis mejillas. Levemente pude abrir los ojos solo para ver de forma muy difusa, como alguien con ropa blanca y negra salia por aquella puerta que no conseguia reconocer en aquellos momentos.

- Toshiro...- fue lo único que apenas mi labios llegaron a murmurar mientras la puerta se terminaba de cerrar y mis ojos volvia a cerrar por el peso que mis parpados tenian en aquellos momentos.

Había perdido por completo la noción del tiempo, no sabía cuando tiempo había pasado, no hasta que desperte bastante aturdida mirando el techo blando de una habitación que ahora no terminaba de ver bien, lo veía de forma difusa al principio hasta que al final mi vista se termino de enfocar y pude distinguir el techo de mi propia habitación. Abri los ojos un tanto sorprendida cuando reacciones y me levante de forma bastante rapida, haciendo que me mareara un poco, entrecerrando los ojos mientras me llevaba una mano a mi frente apoyando esta sobre ella. No recordaba como había llegado a mi habitación y empece a hacer memoria, lo ultimo que recordaba era que estaba en la cocina prepando lo necesario para la comida de aquel dia....Mis mejillas se volvieron a teñir de un rojo muy intenso.

Acababa de recordarlo...el corte de en mi dedo por el cuchillo mientras cortaba las verduras para la ensalada y como luego...movi mi cabeza hacia ambos lados intentando evitar recordar aquello ultimo. Seguro que me había terminado desmayando y entonces recorde aquella pequeña visión de alguien saliendo por una puerta. ¿Toshiro?, estaba segura de que era a el a quien había visto salir por la puerta, y por lo tanto tambien había sido el que me había traido hasta mi habitación dejandome sobre la cama. Este varios minutos intentando calmarme para bajar el tono de mis mejillas y entonces fue cuando vi que tenía un vaso de agua en la mesita de noche. Lleve mi mano hasta aquel vaso de agua y lo unico que pude hacer fue sonreir de forma alegrere y tranquila, teniendo aquel pensamiento agradable en mi mente " es tierno". Me tome el vaso de agua tranquila y luego di un pequeño suspira para bajar de la cama y salir de la habitación para bajar hacia la cocina y ver donde se encontraba Toshiro.

Invitado Vie Mayo 17, 2013 10:44 am

El muchacho lentamente movería su mano hasta el pestillo de la puerta aunque al momento de escuchar las palabras ajenas, la enunciación de su nombre, harían que volviera su rostro de un momento a otro en aquella dirección. Entre cerraría un poco sus grandes & turquesas orbes para finalmente terminar por emitir un leve suspiro. Ella seguía inconsciente, al parecer ahora eran sus sentidos los cuales le estaban jugando algo más que una mala pasada. Dispuso a bajar de las escaleras con simple tranquilidad mientras sus ojos se mantenían a media visión como de costumbre. La parte superior de sus irises turquesas eran opacadas por sus párpados leve mente caídos al tiempo que sus pasos, siendo los únicos que sonaban en la residencia debido a que la muchacha descansaba, se hacían notar a medida que descendía por las escaleras & se giraba suavemente hacia su izquierda en ese momento, algunos pasos luego de haber pisado el último escalón, para poder ingresar a la cocina una vez más viendo que todo estaba de la misma manera en la que había sido todo dejado cuando la fémina se hubiera desmayado. Emitió un leve suspiro de manera tranquila disponiendo a caminar en dirección hasta la mesa para poder rodearla con tranquilidad ubicándose frente por frente a la cuchilla con tranquilidad moviendo su mano derecha hasta alcanzar ésta a medida que era su respiración la cual emitía un suave vapor helado que comenzaba a refrescar el ambiente que le rodeaba. En efecto, su respiración era tan gélida en esos momentos que parecería estar por debajo de los cero grados centígrados.

Dispondría a continuar las acciones ajenas acomodando su mano izquierda sobre la verdura que allí se ubicaba siendo él quien ahora comenzara aquél trabajo, siguiendo el que la muchacha había dejado a medias. Lentamente, su mano derecha se encargaría de comenzar a enfriar poco a poco el mango de aquél cubierto hasta que alcanzara la misma temperatura corporal que el capitán, aproximadamente unos dos o tres grados bajo cero. Sus orbes se entre cerrarían apenas, completamente concentrado en aquello que estaba realizado, tanto podría decirse que era su concentración que apenas fue capaz de percibir los pasos que bajaban las escaleras sino hasta que la presencia de la muchacha sobre las escaleras haciendo que simplemente se pusiera medio nervioso por el hecho de que la vería haciendo aquél tipo de cosas, esas tareas domésticas que prefería realizar cuando estaba solo por el simple hecho de ‘timidez’ por así decirlo aunque en efecto era algo de vergüenza lo que tenía que alguien le viera esa faceta suya, una faceta que solo una persona conocía a fin de cuentas… Emitió un leve suspiro entre cerrando la vista, alzándola hacia la puerta de aquél aposento donde se ubicaba mientras juntaba los ingredientes de la ensalada en un recipiente bastante hondo, un bol de color plateado. Dejaría el cuchillo con tranquilidad sobre la pileta para lavar antes de dar un par de pasos, volviendo a rodear la mesa para disponer a salir de la habitación, viendo si la muchacha se encontraba bien en realidad – ¿Airi sama? –